Deberías temerme || Sprousehart.

Capítulo veintiséis

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6a.m y una alarma resonó en aquella habitación, como todos los días. Lili la apagó y se quedó unos segundos observando al chico que seguía con los ojos cerrados.

—¿Por qué siempre me observas? Asusta— preguntó el chico abriendo un poco sus ojos y la rubia dió un brinco.

—Deja de asustarme siempre— dijo pegándole con un cojín.

—No es mi culpa que siempre me observes— aclaró divertido.

—Es que te ves muy lindo durmiendo— esta se mordió levemente el labio inferior.

—Tú siempre te ves hermosa— la acercó a él y ella rápidamente detectó sus segundas intenciones.

—Vamos, se nos hará tarde— pero ni se molestó en alejarse.

—Al menos un beso de buenos días— dijo este estirando sus labios y la rubia soltó una carcajada leve.

—Eres un berrinchudo— dijo para besarlo.

Una llamada los interrumpió.

—Es Esteban debo atender— dijo la rubia de mala gana mirando la pantalla.

—Si, tranquila.

(En la llamada)

—Esteban ¿Qué pasó? ¿Pudiste descifrar de dónde vienen todos los mensajes?— esta se tensó, por un momento se había olvidado de todo de lo que debía encargarse.

—Si Lili, vienen de— la rubia rápidamente lo interrumpió.

—Espera, mi celular puede estar intervenido— esta chica no era ninguna tonta— te veo hoy en casa a las 18pm— hizo una pausa— y si puedes, por favor cuida de papá, yo debo ir al instituto— pidió.

—Si, por supuesto— asintió el castaño.

—Gracias, te debo un aumento y también ¿Se puede seguir rastreando la localización de las llamadas y mensajes? Por si se están moviendo o yo que sé.

—Piensas en todo Reinhart y sí.

—Okey, nos vemos esta tarde.

—Adiós jefa— la chica rodó los ojos ante el apodo y colgó.

(Fin de la llamada)

—¿Mensajes y llamadas de un número privado?— preguntó Cole alzando una ceja.

—Amenazas, pero tengo todo bajo control, no te conté para protegerte— se excusó rápidamente.

—Está bien Lils, pero si quieres yo puedo ayudar en algo.

—No, tú no harás nada, no me arriesgaré a que algo te suceda— lo quería demasiado como para arriesgarse a que algo le pase.

—Sabía que dirías eso— dijo el chico rodando los ojos.

—Bueno, vamos arriba— dijo levantándose de la cama.

—¿Algún día tendremos sexo mañanero?— preguntó mirando descaradamente el trasero de la rubia.

—Deja de mirarme así o no lo conseguirás nunca— dijo divertida mientras entraba al baño, pero se asomó por el marco— pensé que con lo de anoche fue suficiente.

—Contigo nunca me voy a conformar— se mordió levemente el labio inferior mientras la miraba de arriba a abajo.

—Idiota— rió para entrar y cerrar la puerta.

(...)

Una hora después estában entrando 5 adolescentes por aquella puerta del instituto. Una pelinegra, un pelirrojo, una pelirroja, un pelinegro y una rubia.

—¡Colesito!- se oyó el chillido por todo el pasillo y todos pudieron ver a Sarah corriendo hacia Cole, la rubia rodó los ojos sabiendo del drama que se aproximaba.

—Hola Sarah— saludó el ojiazul quitándose de encima cuidadosamente a la chica.

—Ya todos saben que eres mío— dijo negándose a soltarlo, la rubia soltó una carcajada mientras todos miraban la situación confundidos.

—No soy tuyo Sarah— aclaró cuando se la pudo quitar de encima— te dije que lo nuestro era solo una noche.

—Por favor, yo sé que era solo un pretexto— dijo la de rizos totalmente convencida, pero su mirada se desvió a una rubia que miraba la situación intentando no soltar otra carcajada— ¿Y tú de qué te ríes rubia tonta?

—De qué anoche Cole cuando gemía mi nombre pareció olvidarse de tu existencia— su hobbie favorito era burlarse de la chica y ver el mundo arder. Cole abrió los ojos sorprendido ante la declaración y los demás amigos la observaron divertido, esos chicos si que aman el drama.

—¡Te metiste con mi chico!— gritó intentando abalanzarse sobre la rubia pero el pelinegro la tomó por los hombros deteniendola y volteandola para verla a la cara.

—Corrección, mi chico— dijo la rubia divertida.

—Me dí cuenta del error que cometí con Lili y lo estamos intentando— explicó Cole, toda la escuela estaba mirando la escena y comenzaron a aplaudir con una sonrisa, otros silbaban.

—¿Qué carajos pasó?— preguntó la rubia riendo mirando a todos.

—¡Un amor nació— gritó Mark aplaudiendo y todos continuaron aplaudiendo, la rubia rió y Cole sonrió satisfecho, aún no eran nada oficial pero se querían demasiado.

—¡Las fieras se domaron entre sí— gritó otro y todos soltaron una carcajada, pero seguían aplaudiendo.

Y sí, antes, ninguno ni siquiera pensaba en relaciones amorosas, solo se acostaban con alguien y ya, calmando sus deseos sexuales.

—Te mataré rubia— dijo Sarah abalanzandose sobre Lili y pero la rubia le dió un empujón lo suficientemente fuerte para que la de rizos cayera al suelo.

—No entiendo porque sigues intentando golpearme si sabes que no puedes, solo admira no ataques— dijo con un aire de superioridad, a esa chica le sobraba el autoestima.

—¡Is the fucking queen!— gritó la pelirroja y todos comenzaron a aplaudir otra vez.

—Okey basta— sentenció Lili riendo— vamos a clase— dijo para tomar la mano de Cole y dirigirse al salón de historia ya que les tocaba juntos.

—Cada día me enamoras más— admitió el chico cuando ya se habían alejado de la multitud.

—Estuve bien,¿No?— preguntó con una mueca divertida y ambos rieron.

—Te quiero Reinhart— dijo cuando pararon fuera del salón.

—Yo a ti Sprouse— él la besó dulcemente.

La rutina de la tarde fue normal, después del colegio, la rubia fue a ver a su padre, quien ya se encontraba bien, le avisaron que en cuatro días le darían el alta y podría regresar a poner orden.

Luego se dirigió a su casa, donde vería a Esteban para hablar a cerca de esas amenazas, que por cierto, ese día no habían estado presentes.

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I'm so exitated por lo que se viene próximamente...