Capítulo cuarenta y uno

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🖤🖤🖤🖤

—Por fin tenemos un momento a solas— soltó la rubia recostandose en su cama, el chico rió recostandose a su lado.

Ya habían pasado las fiestas y era viernes, el último viernes antes de volver a clases y Cole había ido a visitar a su novia.

—La verdad es que es estresante que todo el tiempo nos estén protegiendo— dijo el chico divertido.

—Sobreprotegiendo— corrigió la chica— además no le veo la lógica, porque has avanzado muchísimo en tan poco tiempo.

—Si…— dijo el chico algo dudoso.

—¿Pasó algo?— preguntó la rubia confundida.

—Eso que siento… algo extraño— intentó explicarse.

—¿Tu oscuridad?— preguntó la rubia dudosa y tal vez con algo de temor.

No era un tema que confundía solo a Cole, a Lili le causaban muchos nervios el pensar en que él tenía la misma oscuridad que ella. Tal vez porque era muy difícil de controlar y temía que él no fuera lo suficientemente fuerte para poder sobrellevarla.

—Si— soltó en un suspiro.

—Mira Cole, esa oscuridad tiene su lado bueno y su lado malo, como todo— el chico asintió levemente— además de hacerte muy resistente al dolor y quitarte la compasión por las personas-—suspiró, este era un tema muy difícil de tratar— puede llevarte a hacer cosas de las que te puedes arrepentir si no la sabes controlar. Puede apoderarse de tí y ahí es donde te verás realmente jodido.

—¿Y cómo se supone que se controla?

—No lo sé, todos tenemos un punto débil, a mí me suele servir pensar en ese punto débil. Tú debes reconocer el tuyo, te hace más llevadero todo y no debes permitir que esa oscuridad se apodere de ti, porque pierdes toda tu cordura y sentido común.

—¿Experiencia propia?— preguntó algo dudoso.

—Claro que sí, he hecho cosas horribles por no saber controlar mi oscuridad, porque nadie me enseñó a hacerlo— este la abrazó— no voy a llorar— aclaró divertida.

—¿Y cómo me doy cuenta de cuándo esa oscuridad me invade?

—Dime que sentiste cuando lanzaste esa cuchilla en tu primer entrenamiento o que sentiste al verme golpear a ese tipo.

—Sentí..— este se tomó unos segundos para pensarlo mejor— como un cosquilleo en el estómago y deseo de lastimar, como si disfrutara de tener el control.

—Esa es tu oscuridad tomando el control, a veces es bueno que lo tome, como en ese tipo de ocasiones, pero hay otros momentos en que debes controlarla— explicó.

—Está bien— este corrió un mechón rebelde de la rubia— no te preocupes, estaré bien, si te tengo a ti nada puede estar mal— la miró con ternura y esta sonrió.

—Te amo Cole Sprouse.

—Te amo Lili Reinhart— dijo para besarla.

Pero unos golpes en la puerta interrumpieron el tierno momento. La rubia suspiró.

—¡Si eres Drew o Esteban te juro que lamentarás haber nacido!— gritó y el chico soltó una leve carcajada.

Pero la puerta se abrió dejando ver a dos pelirrojos y a una morocha.

—¡Sorpresa!— soltaron los tres con una sonrisa.

—Perdón por joderles la cojida— soltó Madelaine divertida— pero les traemos buenas noticias— estos pasaron y se tiraron en la cama también.

—De verdad me alegra su visita, pero ¿No puedo tener 5 minutos a solas con mi novio?— preguntó la rubia de mala gana.

—Ya los tendrás— soltó el pelirrojo divertido.

—¿Y quién los dejó pasar?— alzó una ceja.

—Una señora, María— contó Madelaine.

—Me refiero a los guardias— aclaró.

—Lili, vengo aquí desde que tengo 5 años, la pregunta ofrende— dijo la morocha y la rubia asintió comprendiendo.

—¿Nos dirán la noticia?— preguntó Cole con una ceja alzada.

—¿Recuerdan esa habitación de más que hay en la casa?— preguntó Camila.

—¿La que usamos de depósito?

—Sí— asintió la pelinegra- bueno, hablamos con el director y Mads podrá mudarse con nosotros por el último semestre— soltó con una sonrisa.

—Eso es genial Mads— dijo la rubia y estiró sus brazos— ven porque no pienso levantarme para abrazarte— soltó divertida y la pelirroja rió para recostarse sobre su amiga.

—Ni se te ocurra robarme a mi novia Petsch— advirtió el pelinegro divertido.

—Jodete Sprouse, el que se fue a Sevilla perdió su silla— dijo la chica y todos rieron.

—¿Y cuándo te mudarás?— preguntó la rubia aún abrazando a su amiga, quien se había acomodado sobre ella.

—Yo también quiero que me abracen— soltó el pelirrojo como un niño pequeño— Cole, ahí te voy— advirtió divertido para tirarse sobre su amigo.

—Auch— soltó el pelinegro al ser aplastado por su amigo, pero Kj solo se acomodó mejor.

—¿Y yo?— preguntó la morocha.

—Ven— llamó la rubia corriendose un poco para dejar un lugar en medio de la cama y ella se recostó ahí— ahora, reitero mi pregunta ¿Cuándo te mudarás Mads?

—Mañana, junto con ustedes.

—Genial, ahora tendremos al grupo unido— sonrió Cole— pero ahora deberé cuidar más a Lili de esa pelirroja— dijo de mala gana.

Madelaine siempre hacía chistes sobre robarse a Lili y que iban a estar juntas, solo eran bromas, aunque a Cole le incomodaba un poco ya que la pelirroja se declaró bisexual hacía unos meses.

—Amor mío, no te dejaré por Mads— rió la rubia.

—Ya la conquistaré— soltó divertida la pelirroja.

Y así estuvieron hablando por unas horas más.

🖤🖤🖤🖤

Amo a este grupo.
No sé que sentir, ternura por la escena de este capítulo, tristeza porque se acerca el final de la novela o tensarme porque sé lo que se viene más adelante.

Deberías temerme || Sprousehart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora