Deberías temerme || Sprousehart.

Capítulo doce

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Al llegar a su casa, la rubia se encontró con Esteban quien la esperaba en un sillón de la sala. Esta solo suspiró y se sentó frente a él.

—Hola, dime qué descubriste— saludó esta algo nerviosa.

—Hola, todo lo que te dije por llamada… tengo una idea, podríamos ir al casino para ver qué hace y controlarlo— dijo este.

—Sí, lo pensé— dijo esta con una mueca— igual, yo no puedo, me reconocería y entonces sospecharía— hizo una corta pausa y entonces su rostro se iluminó— pero a ti no. Tú irás, usaremos micrófonos para comunicarnos.

—Es una idea genial— dijo este señalandola con una sonrisa— pero debes descansar, tienes que levantarte temprano al otro día.

—Uno, no eres mi padre como para darme esas órdenes y dos,tranquilo, me suspendieron por unos días.

—¿Ya estás metida en problemas?— preguntó divertido el castaño.

—No te recomiendo que te burles de mí— lo señaló amenazante.

—Si, perdón.

—No temas— soltó una leve risa— pero en fin, esta noche irás a eso de la 1am.

—Si, solo tienes que entregarme el micrófono y yo me ocupo del resto.

—Y… también necesito pedirte algo, es para el plan, debes investigar a su madre. Necesito saber horarios, si sale sola, todo.

—Está bien rubia.

—Okey, buscaré los micrófonos y hoy a eso de las 00:30 te llamaré para alistar todo— dijo esta levantandose y el chico asintió— Bueno, debo irme, tengo planes, adiós Esteban.

—Chau Lili.

Luego de esa conversación, la rubia regresó para que al entrar se escucharan gemidos por toda la casa.

—No puede ser— murmuró para si misma.

Esta pensó en dos opciones, Cole se olvidó de los planes que tenía con ella o Cami y Kj se estaban dando placer.

Sin embargo, se dirigió a la cocina con una mueca de asco plasmada en su rostro, al entrar se encontró con un pelinegro que tenía la misma mueca.

—Oh por Dios— rió la rubia al ver la cara del chico.

—Por favor, ¿podrían no gritar tanto?— dijo este aún con esa cara— vine a hacer palomitas para nuestra noche de películas y de repente comencé a escucharlos— dijo riendo junto a Lili.

—Me burlare de ellos hasta el fin de sus días— dijo esta mientras paraba de reír.

—Eres mala Reinhart— dijo divertido.

—Solo un poco— dijo esta haciendo una seña con sus dedos.

—Bueno… ya tengo todo listo, pero no podré concentrarme si sigo oyendo a esos dos— dijo frustrado pero divertido.

—Ya pararan— animó esta.

Y así fue, luego de unos diez minutos se dejaron de oír.

—Gracias al cielo— suspiró cansada.

—Es frustrante— dijo el chico mirando hacia arriba con los ojos cerrados.

—Oye, son las 20pm deberíamos pedir pizza, ¿qué te parece?— propuso la rubia, luego de un rato.

—Me parece genial— asintió sonriente.

—Okey, ve a mi habitación a dejar eso.. yo iré en cuanto las pizzas lleguen, vé buscando películas.

—¿En serio me dejaras entrar a tu habitación sin tu supervisión?— preguntó este sorprendido y divertido.

—Ve antes de que me arrepienta y no toques nada— ordenó está y el chico solo asintió.

Luego de unos 15 minutos de espera, la rubia estaba entrando a su habitación con dos cajas de pizza, para encontrarse a Cole recostado y apoyado en el respaldo de la cama, buscando algo en Netflix.

—Ya tengo todo— dijo sonriente mientras levantaba las cajas.

—Entonces ven— la llamó palmeando el lugar a su lado.

—Aún no puedo creer que nos llevemos bien— dijo esta mientras se recostaba a su lado.

—Nunca nos llevamos mal, solo que tú te haces la dura— se encogió de hombros el ojiazul.

—No permitiría que jugaras conmigo— respondió esta como si fuera algo obvio.

—Te haces respetar, eso me gusta de ti— dijo este sus miradas chocaron.

Lentamente sus miradas bajaron a los labios del otro, el espacio se hacía más corto entre ellos, sus rostros estaban a milímetros y sus respiraciones eran una sola, inconscientemente cerraron sus ojos y se fundieron en un beso, cortando la poca distancia que había entre ellos.

El beso era algo lento y suave, no había ni una pizca de segundas intenciones, hasta se podía decir que era un beso cargado de "amor", pero ni el orgullo de Lili, ni el temor al rechazo de Cole iban a admitirlo.

—Lo siento— susurró él cuando se separaron, pero sin embargo seguían demasiado cerca, con sus respiraciones agitadas.

—Está bien— dijo ella de la misma forma— pero deberíamos ver la película— dijo mientras se alejaba más del chico, él sólo asintió en silencio y le dió play.

Ambos miraron dos películas, una de terror y otra de comedia, ya que Cole le teme a los payasos. Sin embargo, eso causó que por un momento se olvidaran del beso y de sus sentimientos encontrados.

—Eres un cobarde— se burló la rubia mientras reía— no puedes asustarte con It.

—Le temo a los payasos, ¿okey? No te burles de mí— se defendió este mientras reía junto a Lili.

—Si, ya ya… solo ten cuidado, lejos de las alcantarillas Cole— se siguió burlando de su amigo, pero una llamada en el celular de Lili interrumpió el momento.

(En la llamada)

—Esteban, ¿qué pasó?— preguntó mientras atendía inmediatamente.

—Hice lo que me pediste, los Domínguez cenarán con otra familia, negocios supongo, así que no pude investigar mucho, mañana seguiré— contó este.

—Está bien, en dos horas aproximadamente te llamaré para arreglar todo— dijo esta mientras veía como Cole la observaba con confusión.

—Si jefa— se burló el castaño del otro lado de la línea.

—Solo deja de llamarme así y estoy ocupada— dijo esta e inmediatamente cortó sin dejarlo responder.

(Fin de la llamada)

—¿Qué pasó?— preguntó Cole intrigado.

—Es por el tema de mi madre, la venganza y bla, bla, bla— esta le restó importancia, pero la verdad es que no tenía ganas de hablar de eso.

—Ah, cierto— asintió recordando.

—Lo siento, no puedo contarte nada, es por tu bien— dijo acariciando su mejilla.

—Si, tranquila… cuando llegue su momento me contarás— dijo mientras le corría un mechón de pelo y lo posaba detrás de la oreja de la rubia.

—Creo que ya deberías ir a dormir, mañana debes ir al colegio— dijo cortando el tacto.

—¿Puedo dormir aquí?— preguntó cómo un niño asustado de 5 años.

—Está bien— dijo esta— eres un miedoso— se burló.

Él solo rodó los ojos divertido y se volteó para dormir, mientras tanto, la rubia lo observaba y pensaba en que mierda sentía por aquel pelinegro.

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MAÑANA VAMOS A TENER A NUESTRA LILI COMO PSICÓPATA.

Perdón por no actualizar antes, es que no tuve un buen día.
Nos leemos mañana, besitos❤️