Capítulo catorce

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🖤🖤🖤🖤

La rubia se acercó y les quitó las vendas a ambos de un tirón.

—Hola estrellitas— saludó con una sonrisa algo perturbadora— ¿tienen hambre?

—¿Qué carajos Reinhart?— preguntó Robert enojado, al ver a su madre a un lado.

—¿Te crees en posición de protestar?— preguntó esta para soltarle un golpe en el rostro.

—Lo siento, lo siento mucho— tartamudeó el chico— no quise gritarte.

—Tranquilo, que más tarde tendrás tu merecido por tal falta de respeto.

—Nosotros no tuvimos nada que ver con el asesinato de tu madre— habló Ester luego de un rato.

—Tu esposo cometió un grave error, hoy sabrá lo que se siente perder a quienes se ama— dijo la rubia con total frialdad.

—Tenemos hambre— murmuró la señora mirando al suelo.

—Sabía que no querrían morir con el estómago vacío— les desató las manos con ayuda de Esteban y les tendió pan y leche— si intentan escapar les meto un tiro, si hablan les meto un tiro y si dicen una sola palabra…

—Nos metes un tiro— interrumpió el chico.

—¿Tú quieres que te mate? Te dije que no hables imbécil— preguntó la rubia molesta, mientras lo apuntaba con su arma.

—Lo siento, no hablaré más— dijo este mirando al suelo.

—Coman— ordenó y su celular sonó— quedarán al cuidado de mí compañero, ya regreso.

Salió del lugar y miró la pantalla para luego atender.

(En la llamada)

—Hola papá.

—Hola hija, ¿cómo va todo?— preguntó entusiasmado— me enteré de que también secuestraste a Ester.

—Sí, sabías que había algo más detrás de eso… todo va bien, si me permites acabaré con la familia.

—¿Dices que matarás a Marcus también?

—Si, ya tengo un plan para eso— dijo esta mientras observaba su alrededor.

—Está bien hija, termina con todos, pero que sea hoy— afirmó el hombre.

—Sí papá, luego iré a verte— dijo esta.

—Está bien hijita, suerte.

—No la necesito— dijo divertida y el hombre rió.

—Tienes razón cariño, adiós.

(Fin de la llamada)

Cuando regresó, ya habían sido atados otra vez. Entonces la rubia sonrió y los miró para luego realizar una propuesta.

—¿Y si grabamos un vídeo para Marcus?

No esperó respuesta alguna, sólo colocó la cámara y comenzó a hablar.

—Hola Marcus, ¿te acuerdas de mí? La pequeña Reinhart— hizo una corta pausa— pues la pequeña Reinhart tiene a tu hijo y a tu esposa… ¿pensabas que ibas a salirte con la tuya? Pues no, si quieres que sigan con vida, ven aquí solo, sino les volaré los cesos, te espero en una hora— y así la cámara dejó de grabar y el vídeo fue enviado.

Después de 20 minutos el celular sonó, entonces la rubia lo tomó y comenzó a hablar.

(En la llamada)

Deberías temerme || Sprousehart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora