Deberías temerme || Sprousehart.

Capítulo cuatro

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Mientras faltaban algunos minutos para que la gente comenzara a llegar, una rubia se encontraba sentada en su cama y totalmente indecisa.

Mientras tanto, una pelinegra se encontraba paseando en su habitación de un lado a otro sin saber que ponerse, entonces no tuvo mejor idea que ir en busca de ayuda a la habitación de su mejor amiga.

—No sabes que ponerte, ¿Verdad?— preguntó la rubia cuando vió a su amiga pasar desesperada.

—¿Me ayudas?— pidió la pelinegra haciendo un puchero, Lili suspiró.

—Okey, vamos a tu habitación— dijo mientras salían de ahí.

—Por cierto, ví salir a Cole muy alegre de tu habitación— dijo la pelinegra pícaramente mientras caminaban por el pasillo.

—Ah sí, me propuso intentar ser amigos, por lo tanto bajaré a la fiesta— le restó importancia.

—Vamos, ¿En serio?— preguntó incrédula y divertida Cami— Estarán en la misma cama en menos de lo que te imaginas— se burló.

—No, de verdad, seremos amigos— dijo la rubia con seguridad— ya llegamos a su habitación señorita— señaló la puerta y ambas entraron.

Luego de que Lili ayudara a su amiga, se dirigió a su habitación, pero mientras caminaba se encontró con su nuevo "amigo".

—Oye todavía no estás lista, dijiste que irías— la miró autoritario pero divertido.

—Faltan 15 minutos, iré a cambiarme señor exagerado— dijo ella riendo, causando que él también riera.

—Nos vemos abajo hermosa— le guiñó un ojo y ambos siguieron sus  caminos.

Luego de que la rubia de ojos verdes estuviera lista, se decidió a bajar, ya que iba algo tarde, pero cuando iba a abrir la puerta el sonido de su celular la hizo dar un salto y rápidamente miró la pantalla, atendió al ver que era su padre.

(En la llamada)

—¿Sí papá?— preguntó apenas contestó.

—Hija, el lunes cuando salgas del colegio necesito que vengas inmediatamente a casa— dijo con su clásico tono autoritario.

—Claro, ¿Sucedió algo?— preguntó algo intrigada.

—Hay un trabajo que es demasiado para tu reemplazo, así que necesito que lo ayudes— aunque en realidad, sabía que ella querría ayudar, era un tema algo delicado.

—Sabía que era un incompetente— se burló la joven y su padre suspiró.

—Oye mi niña, no te burles solo porque tú eres buena.

—Está bien papi, nos vemos— dijo la chica riendo y dió la llamada por finalizada.

(Fin de la llamada)

Luego de eso, se dedicó a ir a la fiesta, al bajar las escaleras, buscó a alguien conocido con la mirada.

Se encontró con Kj y Cami bailando muy entretenidos "sabía que ese vestido haría efecto mi niña" pensó y luego vió a Cole bailando muy pegado a Sarah, la perra más obsesiva que el chico tenía detrás, Lili solo suspiró con cansancio y se dirigió a la barra.

Todos se divertían menos ella, que estaba muy hundida en sus pensamientos, tratando de sacar conclusiones de sobre que quería hablar su padre y porque la había llamado tan apresuradamente. Sin embargo una voz la sacó de su bucle mental.