Capítulo cuarenta y cinco

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🖤🖤🖤🖤

Había pasado un mes, un jodido mes, algo extraño.

Durante todo ese tiempo, Lili tuvo que soportar las terroríficas y estresantes apariciones de Vanessa y Sarah en su camino para saludarla o dejarle algún comentario estúpido. Esta sólo se limitaba a ignorarlas, aunque a veces contraatacaba con comentarios burlescos haciéndolas enfurecerse.
Estaba segura de que esas jóvenes molestas tramaban algo, la rubia quería descubrirlo, pero estaba más interesada en los negocios que tenía su padre con la familia Morgan, de los cuales no le había contando ni una sola palabra y Esteban parecía no tener ni idea.

Por otro lado, la actitud de Cole había tenido ciertos cambios, se había vuelto más celoso y protector, se estaba convirtiendo en ese hombre poderoso que Lili tanto quería, su carácter se estaba volviendo duro y rudo, la rubia cada vez se volvía más loca por él y él estaba cada vez más loco por ella.

Ese día estaban todos almorzando tranquilos en la típica mesa de cafetería, entre risas y bromas estúpidas. De repente la presencia de dos personas logró tensarlos a todos.

—Lili ¿Podemos hablar?— preguntó Sarah, en un tono neutro.

—Y yo necesito hablar contigo Cole— habló la pelirrosa de la misma forma que su amiga.

Todos miraron a Lili, pero esta sólo las ignoró a ambas y siguió concentrada en su almuerzo.

El pelinegro se acercó a su novia para murmurarle algo— ¿No vas a hacer nada?

Esta sólo lo miró, dándole a entender que no se molestaría ni en mirarlas.

—Lili— volvió a llamar Sarah, pero esta siguió ignorandola.

—¿No va a hacer nada?— le susurró Madelaine a Camila, quienes igual que todos, miraban extrañados la situación.

—No lo sé— le devolvió el susurro la morocha.

—Lili por favor, no seas infantil— dijo la de rizos y la rubia volteó a verla.

Su mirada llena de frialdad dejó helada a la chica, la miró detenidamente de arriba a abajo y de abajo a arriba, al llegar a su rostro le sonrió cínicamente.

—¿Qué clase de estrategia tonta es esta Sarah?

—Ninguna, sólo quiero hablar contigo a solas.

—Bien, saca turno y luego vemos— dijo la rubia volviendo a su comida, todos sonrieron ante el chiste, aunque lo había soltado con tanta seriedad que no parecía ser uno.

Sarah suspiró pesadamente— por favor rubia.

Lili irritada volvió a verla— bien, hablemos— pero no se movió.

—Yo quiero hablar contigo, Cole— repitió Vanessa y el chico la miró.

—Está bien— asintió.

Pero cuando iba a levantarse del asiento, Lili lo tomó fuertemente del brazo y lo volvió a sentar de un jalón, el chico la miró confundido.

—¿De qué quieres hablar con mi novio?— preguntó mirándola seria.

—Nada que te importe rubia— soltó esta con asco.

Lili iba levantarse para enfrentarla pero Cole la volvió a sentar, tal y como ella lo había hecho con él minutos antes. Los demás miraban la escena en silencio y con el ceño fruncido.

—Bien— miró su reloj— quedan 15 minutos del receso, vamos Sarah, tú Cole haz lo que quieras.

Se levantó y caminó con la chica hasta un salón vacío.

Deberías temerme || Sprousehart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora