Damián un hombre que está intentando que la hija de sus socios sea su Babygirl.
Alexa no tiene ni idea del ddlg, ella dice que no piensa ser su niña pequeña.
Ella es la chica rebelde.
Él su daddy.
-Listo princesa, lo hiciste muy bien - habla aquel...
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*Peluches*
A L E X A
- Bueno pero llévame por un helado y al cine y antes vamos a casa así me cambio de ropa - empeze a caminar hacia el auto.
- ¡Ay! Pequeña - lo escucho suspirar.
(***)
Ya en mí casa me cambié de ropa por un enterito muy bonito de color verde, simple para la ocasión. Zapatillas filas blancas, perfume, labios color bordo y estoy lista.
Vamos a hacer que daddy pague por el beso que le dio, lo vamos a hacer rogar por mí perdón.
Primero tengo pensado decirle que por una semana no van a haber reglas, tampoco es que me vaya a portar tan mal.
Espero que no se lo tome a mal
Segundo tengo que conseguir que algún chico para que me coquetee para darle celos.
Tercero no arruinar lo que tenemos, él ya lo hizo.
. . .
Acabamos de llegar al centro comercial, vamos caminando hasta donde se encuentran el cine, cuando en una de las tiendas veo un hermoso peluche de un elegante.
Me encantan los peluches pero no tengo muchos solo tres ya que mí madre dice que ya estoy grande para tener peluches.
Me arrimo hasta la vidriera tirando la mano de daddy.
- Es Hermoso - susurró.
- ¿Lo quieres Pequeña? - pregunta daddy.
- Me encantaría, pero no me dejan tenerlos - mí voz sale triste y bajo mí cara.
Siento la mirada de daddy sobre mí.
- ¿Quien no te deja tener peluches nena? - lleva su mano hacia mí cara y me hace levantar la cabeza.
- Princesa no agaches la mirada, no te has portado mal - sonríe y me da un beso.
Extrañaba sus besos habíamos estados casi dos días sin besarlo. Sus labios son carnosos, rojos, y muy ricos.
Tira de mí mano para entrar a la tienda. A lo cual yo sonrió.
- No me has respondio nena - me mira y acomoda un mechón de mí pelo atrás de mí ojera.
- Mí madre dice que ya estoy grande para tener peluches -
