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"No tienes el control."




Narra Louis:


Un espasmo recorrió mi entrepierna, me corrí en las sabanas, acto seguido Harry se vino en mi interior, sentía todo ese líquido cálido dentro de mi. Nos quedamos en esa posición hasta que escuchamos tres golpes en la puerta.

—Harry, encontré lo que necesitabas hoy. —dijo una voz femenina del otro lado de la puerta, Harry inmediatamente me tapó la boca, me quitó la venda, me miró a los ojos y sonrió.

—¡Dame un minuto! —cambió un poco la voz tratando de sonar calmado y no como si recién terminara de tener sexo, del otro lado se escuchó una pequeña risa.

—¿Qué hago? —le susurré, él se movió de encima mío y yo me senté en la cama.

—Al baño. —susurró, tomó mis prendas y me acompañó al baño.

Me puse los bóxers, me metí en mi pantalón y me di cuenta que faltaba mi camisa.

—¿Y esta mochila? —escuché la voz de la chica, abrí los ojos como platos.

—¿Viniste a darme las pastillas o a ver qué tengo en mi habitación? —preguntó, su voz sonó profunda, hasta yo me sentí intimidado.

—Lo...siento... —la chica hablaba bajo, Harry era muy dominante incluso cuando no se trataba de sexo.

—Bien, supongo que ya debes que irte, nena. —estaba tratando de ver por el agujero del picaporte cuando de repente casi me caigo y me golpeé la cabeza contra la puerta, intente ahogar un gemido.

—¿Qué fue eso? —escuché, me froté la cabeza, me dolía.

Me reproché internamente por ser tan torpe.

—No lo sé. —contestó Harry.

Se oyeron pasos que se alejaban, se despidieron uno del otro y luego se cerró la puerta, de inmediato unos pasos vinieron hasta la puerta del baño y esta se abrió de golpe.

—¿Quieres que me muera de un infarto? —gruñó.

—Lo siento, perdí el equilibrio y me golpeé. —dije frotándome la cabeza.

—Bien, hay que sacarte antes de empiecen a dudar de mí. —sonrió cálidamente mientras frotaba mi golpe con su mano —¿Te duele mucho, pequeño? —me tomó de la mano y me llevó hasta la cama.

—Me duele más haber perdido mi hora de clases. —contesté, me senté en la cama, tomé de mi mochila mi celular y vi que tenía cinco llamadas perdidas de Anne y un mensaje de texto.

[De verdad te fuiste con él?]

Harry se sentó al lado mío en la cama.

—¿Tienes otra clase? —preguntó, me parecía raro.

—No, ya terminó mi horario escolar. —contesté, él sonrió.

—¿Quieres quedarte a dormir? —se acostó en la cama esperando mi respuesta.

Si, maldita sea ¡SI!; pensé

—Está bien, sólo por hoy. —solté una pequeña risa.

Se incorporó en la cama, me tomó por la barbilla y me dio un corto beso en los labios.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora