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"Veo que no eres un idiota"




Narra Louis:


Ya en el estacionamiento, Anne estaba cerrando bien su auto y poniendo la alarma, yo observaba todo, parecía la primera vez que lo veía. Ya era viernes por la noche, la mayoría de los chicos se habían ido a la ciudad con los padres y por lo general sólo quedaba gente como yo. Recorrimos los pasillos, ella llevaba mi maleta y yo llevaba las llaves del dormitorio, pero algo no me dejó avanzar, de repente toda la alegría y energía que podía llegar a sentir se desvaneció al ver a Harry entrar al instituto de la mano de una chica.

—¿Qué pasa, Louis? —preguntó Anne.

—Nada. —respondí desanimado.

Ella se encogió de hombros y entramos, llegamos a la habitación, dejé mis cosas y me dirigí al baño. Bajo de la ducha pude pensar bien las cosas: por supuesto, Harry tenía novia, por eso es que no iba a pasar nada entre nosotros aunque de todas maneras el saberlo me desilusionó. Todo ese mes de visitas al hospital me hizo sentir que era especial para él, pero esos días que no venía a verme era por ella. Salí del baño y entró Anne. Luego mientras yo preparaba los aperitivos que había comprado en el camino ella buscaba una serie o película para ver. Me senté en el sofá improvisado con almohadas y dejé las cosas en el piso, abrí una lata de cerveza, me acerqué un poco el cenicero y me encendí un cigarro.

—¿Qué vamos a ver esta noche? —pregunté, ella seguía bajando entre los montones de títulos hasta que puso uno —¿Insatiable? Bien, lo que tu elijas. —dije dando otra calada al cigarro.

—¡Shh! —me calló porque hablé mientras estaba empezando.




Narra Harry:

Ya era viernes en la noche. Caminé hacia la entrada del instituto, estaba muy activo, fumé diez cigarrillos hasta que llegué a donde me dirigía. Hoy vendría Amy y también Louis, no sé qué me emocionaba más. A lo lejos pude divisar que llegaba un taxi, era mi novia, cuando terminó de bajar las cosas saltó a mis brazos y nos besamos... por muy poco tiempo.

—¿Ocurre algo? —preguntó confundida por mi poca emoción al verla. 

—No, sólo que sé que odias el olor a cigarrillo. —me excusé, realmente no sé por qué lo hice, no tenía ganas de estar ahí con ella, en toda la semana no la había extrañado.

O tal vez sí sabía por qué, todo era culpa de Louis Tomlinson.

—Hace una semana que no nos vemos y a ti te preocupa el olor a cigarrillo. —rió, no le había tomado importancia.

Me sentí aliviado, al menos no empezó con sus preguntas.

Estiré mi mano para que la tomara y poder entrar, pero cuando volteé había un pequeño castaño mirándonos, sabía que no podía ir a abrazarlo y preguntarle cómo estaba. Cerré mis ojos por un momento pensando qué hacer, encendí otro cigarrillo para poder soltarle la mano a Amy sin dejarme en evidencia pero Louis ya había quitado la mirada. Llegamos a mi habitación, ella acomodó sus cosas, trajo algunas para comer y como siempre un cigarrillo de marihuana. Yo estaba distraído pensando en que el pequeño nos había visto, pero debía concentrarme en mi novia si no quería terminar fuera de este lugar. Por mi mente pasó la idea de que un Vitale jamás tendría que estar en esa situación de no poder hacer algo que quisiera.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora