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"No más Liam"




Narra Louis:


El despertador sonando sin cesar logró despertarme, ya eran las siete de la mañana, quise levantarme pero el brazo de Harry me lo impidió atrayéndome más hacia él.

—Tengo que irme. —me quejé.

—Quédate un rato más. —habló él.

Mi celular vibró, era Liam.

—¿Quién es? —preguntó Harry, su tono de voz había cambiado.

—Espera. —lo detuve cuando quiso ver la pantalla.

Atendí la llamada.

—Buen día, Louis. ¿Cómo estás? —rodé los ojos inconscientemente, no tenía ganas de tener toda esa charla.

—Buen día, bien, ¿Tu? ¿Necesitas algo? —quería que vaya al grano.

—Bien, gracias. ¿Viste a Anne? —al oír pronunciar el nombre de ella sentí una punzada en el pecho, recordé lo que había oído la noche anterior.

—Se fue a Londres por esta semana. —antes de que pudiese escuchar su respuesta Harry tomó mi celular y colgó la llamada.

—Basta de Liam. —sentenció, quedé boquiabierto con sus palabras, realmente no estaba acostumbrado a que me prohíban hablarle a alguien.

Me incorporé en la cama, alejándome de él. Harry hizo lo mismo.

—¿Por qué? —fruncí el seño, aún me quedaba orgullo.

—Porque si. —su cara no tenía expresión alguna, sólo estaba sentado viéndome fijo con sus profundos fanales verdes. 

—Eso no es una respuesta coherente, ¿Lo sabes? —me crucé de brazos, Harry sólo me ignoró y se levantó para ir al baño, se escuchó el ruido de la lluvia —Espera, yo tengo que ir a clases. —gruñí, me introduje en el baño, él estaba orinando así que me metí en la ducha. 

El agua caliente recorrió todo mi cuerpo logrando relajarlo un poco. Sentí a Harry detrás de mí, su mano recorrió mi abdomen hasta mi miembro que ante su tacto comenzó a endurecerse.

—Creo que llegarás tarde. —ronroneó en mi oído, sentí su cálido aliento rozar la piel que estaba detrás de mi oreja, luego sus labios sobre mi cuello y sus dientes cerrarse sobre éste. Su mano se cerró sobre mi miembro, comenzó a moverla provocando que pequeños gruñidos se escapen de mi garganta. Su erección rozaba mi trasero y lograba excitarme más. Me tomó por las caderas y me giró para quedar frente a frente, con un movimiento rápido me levantó por los muslos y en un auto reflejo enredé mis piernas en sus caderas, rápidamente apoyó mi espalda contra la fría pared de azulejos, generándome un escalofrío al cambiar mi temperatura de golpe, devoró mi cuello una vez más y con su mano derecha tomó su pene acomodándolo contra mi entrada para finalmente penetrarme lentamente, sentía como me llenaba por dentro y me abandoné a esa sensación.

—Me encantas. —logré murmurar sobre su boca, él sonrió y volvió a unir nuestros labios en un beso más caliente, comenzó a moverse.

—Tu a mí. —contestó cuando nos separamos por falta de aire.

Aumentó el ritmo de sus embestidas, nuestros labios volvieron a unirse, separándonos de cuando en cuando para controlar nuestras respiraciones. La humedad del ambiente se mezclaba con la de nuestros cuerpos, fundiéndonos el uno con el otro. Minutos más tarde un orgasmo se apoderó de mí retorciendo todo mi cuerpo y generando un gruñido grave que salió de la garganta del rizado, minutos después también llegó al clímax.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora