¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)

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"Harry Styles"

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Narra Harry:

—Bebé, me llamaron de instituto Doncaster, tendré que ver si podremos vivir los dos allí. —le comenté a mi novia, luego de que me hablaran por teléfono para que suplante a una profesora.

—¿El instituto Doncaster? Sabes que no puedo estar tan lejos de las escuelas donde doy clases, hay dos horas de viaje hasta allá. —contestó enojada, no podía hacer nada, era la oferta de mi vida.

—Podrías venir conmigo, tal vez consigas una oferta de empleo para ti. —traté de calmarla, no quería negarme esta oportunidad, pero tampoco quería dejar a mi chica, necesitaba de ella para no volver a caer en mi pasado.

—Lo siento, Harry, pero no puedo mudarme. No así, no de un día para otro. —su voz era un hilo, estaba a punto de romperse a llorar.

—Vendré los fines de semana —comenté, realmente quería ir a trabajar ahí.

—Haremos que funcione, tal vez podría ir a visitarte yo, y a veces vendrás tu. —respondió, no sonaba convencida.

—Haremos que funcione —murmuré.

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Al otro día estaba terminando de armar mis valijas mientras pensaba en si realmente era una buena idea, pero en los últimos años he logrado obtener dos clases por semana y eso no me dejaba mucho dinero ni puntaje, a veces pensaba en la posibilidad de volver a mi anterior trabajo.

Mi novia Amy me había ayudado a escoger qué llevarme, me dio algunos libros para que la recuerde y cada vez se me hacía más difícil dejarla sola. Mientras preparaba algunos víveres para el viaje no cruzamos muchas palabras, sólo algunas miradas con sonrisas falsas, me dolía verla así, pero tampoco podía permitir que ella siguiera manteniéndome, ya que yo sólo podía comprar la comida con mi sueldo. Supongo que sí mi padre me viera en estos momentos me daría una bofetada.

Ya en camino a la estación de autobuses hablamos un rato sobre nuestra relación, me dijo que iba a llamarme en la noche, que iba a extrañarme mucho, que el fin de semana la vería de nuevo y que haríamos que funcione, no dejaba de repetir eso, y esa frase es la típica frase que dice una pareja cuando se tiene que distanciar.

—Bien, ya dejé mi equipaje —le sonreí, a ella se le llenaron los ojos de lágrimas.

—Haremos... —la interrumpí, no resistía que vuelva a repetir esa frase.

—Funcionará, y sino, puedes conocer a alguien más, me romperás el corazón... pero no quiero que seas infeliz con la idea de no vivir juntos y de sólo vernos los fines de semana. —lo dije, lo que ninguno de los dos quería decir. Ella parecía ofendida, como si la hubiese insultado o engañado.

—Pareciera que tienes a otra. —contestó a la defensiva.

—No hagamos que esta despedida sea una mierda. —comenté, vi de reojo que los pasajeros estaban subiendo.

—Es una mierda esta despedida. —frunció el ceño, yo reí.

—Te amo, Amy. —la besé, ella me abrazó con fuerza. —Nos vemos el sábado, hermosa —le besé la frente y me dirigí hacía la puerta del autobús.