|5|

1.3K 64 3
                                    


"Muchas cosas."




Narra Louis:


El rizado comenzó a mover más rápido su mano, y unos segundos más tarde estaba teniendo un rico orgasmo. Mis ojos se cerraron completamente.

—¿Louis? —escuché a lo lejos la voz de Anne.

Fue lo último que escuché esa noche.




Una luz blanca que me daba directo en los párpados hizo que me despierte, estaba en una sala de hospital, tenía un suero conectado, Anne dormía a un lado de mi cama, ¿Qué había pasado?

—¿Anne? —pronuncié su nombre, algo confundido. Ella, al verme despierto, me sonrió de oreja a oreja y salió corriendo de la habitación.

Luego de unos minutos volvió a ingresar alguien, pero esta vez era una enfermera, me saludó amablemente, me preguntó cómo me sentía y revisó mi suero.

—Estoy bien. —respondí, tenía la boca un poco seca —Un poco aturdido, pero... ¿Qué me pasó? —pregunté, lo último que recuerdo es haber estado con Harry en el tercer piso del instituto.

—Te desmayaste llegando al cuarto, Harry te encontró. —me respondió, se oía cansada, bostezó confirmando que realmente estaba agotada.

—Pero yo estaba con él, o al menos eso es lo que recuerdo. —la enfermera salió de la habitación dejándonos a solas —Estábamos en el tercer piso, en una habitación y yo... yo le dije que no quería tener relaciones con él, no recuerdo mucho más. —me expliqué, ella parecía más confundida de lo que yo estaba.

—Pero nadie tiene acceso a ese piso, Louis, menos un profesor que recién empieza. —ella frunció el ceño, no me creía.

La miré fijo.

—¿Entonces? ¿Lo aluciné? —contesté enfadado.

—Supongo que las personas que hace tres días no comen tienden a tener alucinaciones. —me echó en cara.

—¿Cómo lo... 

—Por eso te desmayaste, ¿Por qué no comes, Louis? —me interrumpió, estaba preocupada, no quería hablar de ese tema ni que ella se preocupe, tampoco quería que me mire como si fuese victima del maltrato.

—No tenía hambre. —mi tono era de disculpas, no quería justificarme con algo tan estúpido como eso. 

Mi familia tenía que ver, hacia unos días mi madre llamó llorando diciendo que no aguantaba a mi padre, que él desapareció luego de una pelea y que la mafia lo buscaba. Luego de hablarme sobre toda su relación terminó por decir que me cuide, que tal vez vendrían por mí.

—Estás siendo como tu madre. —pronunció esa frase y salió de la habitación, quedé boquiabierto. 

Pero tenía razón, me vivía quejando de que mi madre no comía para llamar mi atención y que vaya a verla, pero lo mío no era eso, no era un llamado de atención. Era preocupación por mi propia vida, pero ya no quería abrumar a Anne con esos temas.

—Buen día, pequeño rebelde. —esa voz, una sonrisa se formó automáticamente en mi cara.

—Buen día —lo quedé viendo por unos segundos —Harry. —lo tuteé, el arqueó una ceja y esbozó una sonrisa.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora