|32|

420 23 4
                                    


"Sé amarte"





Narra Anne:


La madrugada del día viernes se hacía presente, me encontraba eligiendo corbatas para Niall antes de que se fuera a trabajar, luego me ayudó a meter las cosas que llevaría a Doncaster en mi automóvil, ésta vez no permití que él me llevara y sé que no estaba muy cómodo con mi decisión pero no le iba a hacer caso.

—Nos vemos en la noche, bebé. —me besó la sien y me dio un último abrazo —Marisa te llevará el otro vestido, para que lo uses en la fiesta y te arreglará el cabello para ambas ocasiones. —ladeó su mirada, observándome un buen rato y sonrió —No puedo esperar a ver lo bella que te verás, princesa. —besó mi frente.

Le dediqué una sonrisa, no podía estar más feliz, mi graduación estaba cerca y tenía el mejor novio del mundo.

—Gracias por todo, Ni. —me acerqué a él y lo besé.

Me tomó por las mejillas y se puso serio.

—Ten mucho cuidado cuando vayas por la carretera, ¿Está bien? —parecía más un regaño. 

—Tu ten más cuidado de no llegar tarde hoy. —bromeé, ambos reímos y finalmente nos despedimos con un último beso.

Conducía por la carretera, con la música a todo volumen y un cigarrillo encendido, cuando vi el automóvil de Edward pasar con dirección a Londres, me quedé inmóvil un momento hasta que logré recuperarme. Todo estaba bien, nada podía estar mal, hoy era mi día.





Narra Louis:


El sonido de la puerta al abrirse me sobresaltó, abrí mis ojos y me incorporé, pero al ver que se trataba de Anne me dejé caer por unos segundos sobre la cama, mientras me recuperaba del susto. Segundos más tarde me levanté y me acerqué para abrazarla.

—Te extrañé, engendro. —murmuró en mi oído.

—Yo también. —sonreí, ella se separó de mí para poder echarle un vistazo a Liam, quien estaba durmiendo sobre su cama, alzó una de sus perfiladas cejas y habló.

—¿Qué ha pasado aquí? —ladeó su mirada, al no obtener una respuesta rápida, echó un vistazo a toda la habitación; la cual era todo un desastre de envoltorios de frituras y los ceniceros llenos de colillas de cigarrillos. 

—Liam me hizo compañía estos días. —respondí al mismo tiempo que rascaba mi nuca.

Ella asintió.

—Ya veo. —sonrió, parecía estar malpensando las cosas —¿Y no pudieron siquiera limpiar? —volvió a poner su mirada en mí y alzó una ceja.

—Ya ves que no se pudo. —me encogí de hombros, intentando no reír.

—Pues, les tengo una mala noticia, en la tarde vendrá una chica a producirme para el egreso, así que necesito todo esto impecable. —me regañó.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora