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"Shh"




Narra Louis:


La hora pasó y Anne no dictaba palabra alguna, estaba concentrada en su celular y el texto que debían leer para la exposición. Al tocar la campana fue la primera en salir, la seguí, antes de cruzar la puerta le dije a Harry que iría al baño. La había perdido de vista pero luego pude ver que se había metido al baño, corrí hacia ella, me metí en ese lugar pero ella se había encerrado en un cubículo.

—Anne, cuéntame, ¿Qué pasa? —le pregunté preocupado.

—Ya no aguanto... —murmuró entre sollozos, su voz se oía rota.

—¿Qué es lo que no aguantas? —fruncí el entrecejo, estaba preocupado, me angustiaba la idea de que el rizado tenga algo que ver con el malestar de mi mejor amiga.

—Estar peleada contigo. —confesó.

Mi angustia no desapareció, sólo sentí alivio de que Harry no tuviese que ver, pero había lastimado a la única persona que de verdad me quería.

—Yo también te extraño demasiado. —murmuré en un hilo de voz.

Sentí sus pasos, luego escuché cómo destrabó la puerta, me hice a un lado para que pudiese salir y de inmediato se abalanzó sobre mí para abrazarme, escondió su cabeza en mi cuello y yo le devolví el abrazo. Cerré mis ojos cuando estos se llenaron de lágrimas, una de ellas descendiendo por mi mejilla. Ella continuaba sollozando.

—Lo siento tanto, Anne. —me disculpé.

—Yo también, Louis. —murmuró.

Pero nuestro íntimo momento de disculpas de amigos fue interrumpido por tres golpes en la puerta del baño, nos sobresaltamos pero no nos separábamos del abrazo.

—¿Louis? —una voz grave detrás de la puerta pronunciaba mi nombre, era Harry.

—Maldita sea. —gruñó ella.

—¡Ya voy, Harry! —exclamé algo molesto.

De inmediato él abrió la puerta, sólo se estaba asegurando de que estuviese allí.

—Tienes que cumplir el castigo, y estás llegando tarde. —me sonrió victorioso, pero no estaba de humor para sus juegos, sobre todo al percatarme de que Anne agachaba la mirada en su presencia haciéndome sospechar de que algo pasaba entre ellos dos.

—¿No puedes esperar cinco malditos minutos? —gruñí. 

Él arqueó una ceja, indignado, parecía que le había escupido la cara al rey.

—No, no puedo. —frunció el ceño, pero no me importaba, no quería dejar a Anne sola.

Dejé de mirarlo para prestarle atención a mi mejor amiga, ella seguía entre mis brazos con una actitud poco común, hasta estaba asustada. Le echó una mirada rápida a Harry y luego habló.

—Ve, Louis, yo estoy bien. —su voz era algo temblorosa, nunca la había visto de esa manera, Anne siempre fue una persona valiente.

—¿Segura? —ladeé mi cabeza, cada vez estaba más extrañado con sus acciones.

—Si, hoy en la noche iré a casa de Niall, ¿Recuerdas a ese chico? —hizo un intento de sonrisa, a la vez que cambiaba el tema —Me quedaré unos días, quiero despejarme. —mantenía su sonrisa falsa, dándole de a ratos miradas de reojo al rizado quien seguía impaciente por irnos pasando por alto toda la situación.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora