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"Adiós Daga"




Narra Louis:


—Tengo que contarte algo, Harry, pero vamos a un lugar donde podamos estar solos. —le dije, tenía que confesar que sabía su secreto pero que no me iría. 

Él me miró extrañado.

—Podemos ir a mi habitación. 

Atravesamos los pasillos, pero nos detuvo la rectora.

—Louis, debes ir a la oficina de la directora. —me alarmé.

—¿Directora? —pregunté intrigado, miré a Harry quien se encogió de hombros.

—Si, el señor Cowell se tomó unas vacaciones. —dijo, antes de retirase se volvió hacia nosotros —Y... señor Styles, por favor menos trato con los estudiantes, no olvide las reglas. —lo miró serio, Harry frunció el entrecejo, y ella se retiró enseguida.

—Iré a ver de qué se trata. —fruncí los labios —Nos vemos luego, bonito. —le guiñé un ojo.

—¿Quieres que me derrita aquí mismo? —sonrió —Luego hablamos, Lou. —sacó el celular de su bolsillo y se fue caminando a paso lento.

Caminé hacia la oficina de la directora, pensaba en si tenía suerte de haber evitado esa conversación o si cuanto más tiempo pasara más difícil se volvería para mi decir la verdad.

—Pasa, te está esperando. —habló la secretaria, estaba algo seria, se notaba que la nueva no le caía bien.

Le dediqué una falsa sonrisa y atravesé la habitación hasta llegar a la puerta que, según su nombre lo indicaba, era la oficina del director. Al cruzar la puerta me llevé una gran sorpresa al ver que del otro lado se encontraba Amy, la ex novia de Harry. Quedé inmóvil, aún tenía la perilla de la puerta en la mano, la mujer alzó su mirada hacia mí y con una latosa sonrisa me indicó que podía pasar, luego me hizo señas para que me sentara, me había quedado totalmente sin habla y sólo me limité a dedicarle pequeñas sonrisas de lado.

—Louis Tomlinson, ¿Eh? —comentó con una sonrisa, estaba divirtiéndose internamente —Te preguntarás para qué te cité aquí. —Asentí, mordí mi labio inferior, estaba nervioso —Te cité para hablar sobre tus inasistencias. —solté el aire que estaba conteniendo, ella podía hacer que pierda mi beca en cuestión de segundos.

Un escalofrío pasó por mi espalda, tenía mi futuro en sus manos.

—Tuve problemas familiares, le avisé al señor Cowell. —contesté, no estaba mintiendo.

—Lo sé, pero también sabes que tengo que quitarte tu beca, ¿Verdad? —alzó una ceja, hablaba calmada, parecía que disfrutaba ese momento.

Me sentí un animal indefenso, acorralado, a punto de ser asesinado y ella era la que llevaba el arma en su mano. Metafóricamente hablando, claro.

—No, por favor. —supliqué, mi ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

—Además... —se levantó de su asiento e hizo un incómodo suspenso, que para ella debe haber sido divertido —Rompiste muchas reglas por lo que veo. —me miraba fijo mientras rodeaba el escritorio para sentarse frente a mí.

—¿Cuáles reglas? —fruncí el ceño. 

Necesitaba la ayuda de Harry, que me la quite de la vista, a penas la conocía y ya había comenzado a odiarla.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒈𝒂𝒏𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒛, 𝑳𝒐𝒖𝒊𝒔? •T.1• (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora