Donde Harry es el nuevo profesor de Historia de Louis.
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Cuando Harry Styles pensaba que había dejado su pasado atrás comienza trabajar en el instituto Doncaster, como profesor de historia. Ahí conoce a Louis Tomlinson, un rebelde con causa que har...
Me levanté del suelo una vez que Louis se había ido y al confirmar que no volvería, mis lágrimas comenzaron a salirse. Con los ojos vidriosos me dirigí hacia el cuarto en donde almacenaba la mercancía. Sollozaba mientras esparcía más de tres gramos de cocaína que había tomado de un cajón, las separé en largas y finas líneas, tres en total, sorbí por mi nariz a la vez que enrollaba un billete, lo acerqué a uno de mis orificios nasales e inhalé, el ardor hizo que llevara la mirada hacia el techo y frunciera el gesto intentando absorber el dolor, solté el aire de manera violenta. Estaba enojado, estaba volviendo a esa mierda pero ya no importaba, supe que ya lo había perdido todo en cuanto ese chico tuvo que fingir que volvería para poder escapar de mí.
Mi celular vibró, era un número privado.
—Mismo lugar, misma hora. —colgó al terminar de hablar. Era mi padre, debía viajar a Londres cuanto antes y no estaba en condiciones.
Al terminar de inhalar cada línea, le di un golpe fuerte a la mesa y finalmente pude levantarme, tenía el ánimo por el suelo pero al menos estaba más activo. Tomé un par de bolsitas con polvo blanco y salí finalmente de la habitación, intentando lucir lo más sobrio posible, atravesé todo el campus mientras fumaba un cigarrillo. Al salir de la academia me subí a mi automóvil, encendí otro cigarrillo y me introduje en el tránsito. Conduje hasta Londres, no sentía la paciencia suficiente como para estar dentro de un helicóptero.
Ya en el cuarto de hotel, la luz del sol entraba por la ventana iluminando lo que parecía ser una eterna agonía, dejaba a la vista una imagen lúgubre y deprimente de mí mismo observando una foto de Louis en mi celular mientras inhalaba cocaína como un demente. La observaba una y otra vez, ese chico iluminaba mi vida y ponía como impostor al sol, ya que para mí él era mi sol.
(Les dejo la foto del solecito♡).
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Sentía ganas de escribirle, de repetirle cuánto lo amaba. Quería sentir su aroma dentro de un abrazo, pero todo aquello parecía tan lejano. Inhalé otro poco, el dolor de ese polvo rozar mi orificio nasal me alejaba durante unos segundos del dolor que estaba sintiendo en medio de mi pecho. Recordaba cada momento que hemos pasado y cómo lo había arruinado una y otra vez, por primera vez me sentía la peor persona del mundo. Mi corazón se aceleró al recibir la última dosis, coloqué mi mano en el pecho mientras sentía una taquicardia, con mi otra mano sostenía aún el celular y miraba su foto como si fuese la luz al final del túnel y finalmente me dejé ir.
