You are so cold / [Chaesoo] [Terminado]

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[𝗺𝗮𝗿𝗮𝘁ó𝗻 𝟯/𝟰]

Frente a frente comiendo ramen en silencio. Rosé tenía la expresión de tristeza y Jisoo con una expresión de confusión.

—¿Porque?–se preguntó mentalmente.

Terminaron el ramen, la rubia se sentó en el mueble y la pelinegra se sentó a su lado.

—¿Estas aburrida?–preguntó–¿Quieres ver una película?–otra pregunta.

Para hacer como si todo estuviera normal, la de cabello rubio asintió.

Jisoo puso una película cualquiera que tenía guardadas y no había visto, antiguas sin embargo, apagó las luces, trajo una manta para no tener frío y se sentó al lado de la rubia, todo transcurría normal.

La película que titula: •Un ángel enamorado•

Entonces llegó esa parte, que se repetía a menudo la pelinegra en su cabeza.

—"Yo prefiero haber tenido un aroma de su cabello, un beso de su boca o un roce de su mano a una eternidad sin ello"– se repitió mentalmente–¿Enserio quiero olvidarte?–se preguntó.

La rubia pensaba lo mismo.

—¿Enserio quiero alejarme o tengo que hacerlo?–pensó, pronto sus ojos comenzaron a pesar, y cayó rendida en el hombro ajena.

El corazón de la pelinegra saltó, cada cercanía de la bonita rubia era como la mayor felicidad para ella, aún estaba triste de que ella no la quiera, su mayor miedo, porque aún lo confesaría, dando por hecho el ser rechazada.

—Se durmió–susurró sonriendo débilmente.

Acomodó los brazos de la contraria en su cuello y luego sostenerla entre sus brazos y llevarla a la habitación.

Hecho suavemente a la rubia y abrigarla, pensó dos veces, si dormía afuera pasaría mucho frío, tembló al pensarlo.

—No es malo–susurró para acomodarse al lado de la rubia, se puso de lado quedando mirando a la chica, cada facción–Eres tan bella, hay algo especial en ti, algo que adoro, te amo y no sabia bien porqué, y ahora se que es porque eres tú, y lo siento tan claro aquí–susurró sintiendo sus latidos, luego se acercó y dejó un pequeño beso en la mejilla de la contraria–Te amo–susurró.

•••

Habia amanecido, ambas despiertas, la rubia apunto de irse, luego de sentir tristeza en su corazón había observado a la pelinegra a su lado por un tiempo, y recordó lo del día anterior.

Ya había abierto la puerta y sintió los brazos de la pelinegra rodear su cintura..

—Park, aún no vallas–susurró y luego observó al frente–Irene–dijo normal, aunque la situación no se veía bien.

Si, la vecina estaba afuera. Rosé se soltó de agarre y salió no sin antes mirar a la chica que tenía el rostro sorprendido.

—¿Su novia?–pensó con tristeza, luego solo siguió caminando.