Mi intención era olvidarte

Capítulo 15: Déjame ir con ella, por favor...

Seth

Luego de finalizar el curso psicoprofiláctico y actuar como la familia feliz que claramente no somos, estoy verdaderamente cansado de esta situación, de fingir. Estoy harto. Me siento tan impotente que me frustra, me siento como una marioneta que hace todo lo que Nicole pide, pero luego de lo ultimo que me dijo antes de entrar al curso con los demás padres puedo deducir que, claramente Nicole está detrás de todo esto y siempre lo ha estado solo necesito más fichas para armar el rompecabezas, necesito encontrar con lo cual jugar en contra de ella, no es justo que ella siempre sepa más que yo y vaya un paso adelante, que sepa cada cosa de mí y lo use en mi contra. También que en todos sus planes utilice a Lizzie, que la haya mandado investigar como si esto se tratara de una jodida telenovela, tengo que detenerla, pero primero hablar con Lizzie, decirle que no le haga caso a Nicole. Que ella no es culpable de lo que me ha pasado, yo fui quien decidió intervenir para defenderla y lo volvería hacer porque primero que todo es familia y segundo, si de algo es culpable es de robarse un espacio en mi mente y mi corazón.

Estamos listos para irnos y abandonar aquel salón finalmente, todos se despiden de todos y yo lo hago por educación, finjo la sonrisa más amable que me es posible y la proyecto a los demás, ¿qué puedo decir? Me he vuelto experto fingiendo en este matrimonio de mentira. Nicole intenta tomar mi mano para caminar hacia la salida, pero la aparto inmediatamente, no quiero tener contacto con la responsable de la huida repentina de Lizzie.

―Espera un minuto, necesito responder unos mensajes―me pide.

―Y no puedes hacerlo en el auto, quiero largarme de este lugar.

―Créeme es mejor que estemos aquí adentro, ya luego salimos. ―responde de forma indiferente.

Intento adelantarme, sin embargo, me toma del brazo y no me queda más remedio que detenernos cuando de repente unos fuertes estruendos afuera del edificio nos hacen sobresaltarnos a todos, las mujeres gritan y sus esposos tratan de calmarlas y el personal de seguridad nos conduce de vuelta al salón, miro a Nicole, pero está perfecta para nada asustada y no lo entiendo, hasta a mi el corazón está latiéndome a mil. ¡Diablos! Es que no cualquiera está acostumbrado a un tiroteo a mitad de la mañana. Tal vez está en shock o algo.

― ¿Estás bien? No te ves para nada asustada―la sujeto de los hombros para mirarla fijamente.

―Si, estoy bien. La verdad no soy fácil de asustar y tampoco soy tan dramática como estás mujeres―es su respuesta y desvía la mirada.

Unos minutos después ya lo único que se escucha son las sirenas de policía, incluso ambulancia, creo. Así que luego de que los de seguridad nos permiten salir bajo nuestra responsabilidad, puedo darme cuenta que la calle está llena de patrullas de policía, más que todo al frente de un Starbucks casi a mitad de cuadra del edificio donde estábamos y un par de ambulancias. Es raro pero una extraña sensación se ha apoderado de mí, como si algo me atrajera a ese lugar, intento caminar, pero Nicole toma de mi mano.

―Oye, oye ¿a dónde vas? El auto lo dejamos atrás―se apresura a decirme.

―Es que yo...

―Es que nada, es mejor que nos vayamos. No tenemos nada que hacer aquí―me hala de la mano.

Empiezo a caminar con cierta resistencia sin apartar la mirada de esa puerta y es cuando de repente veo que sacan una camilla rápidamente, con una joven con máscara de oxígeno y los paramédicos presionando una herida en su pecho o abdomen no estoy seguro.

―Vamos, Seth― insiste Nicole.

Cuando empiezan a subirla a la ambulancia es cuando por fin puedo ver parte de su rostro, pero más su cabello, ese castaño oscuro con mechones azules. Es Lizzie. Me suelto como puedo de Nicole, logro enfocar a Mía y también el tonto de Andrew y corro hacia el lugar, pero un agente de policía me detiene.