Seth
Luego de pulsar enviar en el mensaje para Lizzie, miro de inmediato su reacción. Noto que ella mira a Mía con quien minutos antes que llegaran, habíamos hablado para que buscara la manera de ayudarme para poder hablar con Lizzie, sin embargo, una vez más su respuesta fue negativa. Lizzie está enojada conmigo y con justa razón, no puedes decirle a una persona que la amas, que siempre estarás ahí y luego escoger a la otra chica, simplemente diciendo que estabas confundido y que en realidad tu lugar es junto a la supuesta madre de tu hijo. Lastimosamente, Lizzie no sabe toda la verdad y aunque pretendo decírsela, sé que no lo tendré fácil para que vuelva a hablarme y más aún, perdonarme.
―Te advierto que, si Lizzie me mata por pasarte su número, tu pagarás mi funeral―me amenaza Mía, luego de que Lizzie ha entrado con el idiota ese.
―Ya, no exageres―digo sin apartar la vista de la puerta hasta que finalmente Lizzie desaparece al ingresar al ascensor― En todo caso al que mataría sería a mí por intentar siquiera dirigirle la palabra.
―Escucha, Seth soy la mejor amiga de Lizzie y por regla debería golpearte por haberle dicho lo que le dijiste hace mes y medio, por haberla hecho sufrir tanto y ahora me siento una estúpida por haberte dado su número.
―No eres estúpida, eres una gran amiga que ayuda a un chico enamorado a recuperar su chica―digo con una sonrisa.
―Si, tal vez tú me consideres una super buena amiga para ti―digo señalándolo con mi dedo― pero para Lizzie seguramente esto lo tomará como una traición y no puedo evitar sentirme mal.
―Basta, Mía. Ven vamos al café que está cruzando la calle, te contaré todo. ¿Está bien? ―pregunto.
La tomo del brazo y la guio hasta el otro lado de la calle, ingresamos y ocupamos una mesa de inmediato y pedimos un café, nos tomamos nuestro tiempo mientras ordeno en mi cabeza como le contaré todo.
―Y bien, habla―me ordena.
― Es mentira―me limito a responder.
― ¿Qué? ―dice dejando el vaso de café sobre la mesa― Me trajiste aquí para nada, es mentira que me ibas a contarme todo ¿no?
―No... no es
―Claro, debí suponerlo si le mentiste a Lizzie, mucho más fácil mentirme a mí― se levanta dispuesta a irse, pero alcanzo a sujetar su muñeca, impidiendo que siga.
―No es de lo que estoy hablando, lo que quiero decir es que todo lo que le dije hace mes y medio a Lizzie, es... mentira. Estaba dispuesto a enfrentar a todos y todo por quedarme al lado de ella, quería ir y terminar ese estúpido contrato de matrimonio con Nicole, decirle que esto no funciona y nunca lo hará, pero luego intentó hacerse daño, su padre me amenazó con utilizar todo su poder para arruinar la vida de Lizzie. Ella tiene planes, sueños por cumplir y yo quiero que sea feliz, que sea una triunfadora. Ella nació para eso y yo fui su piedra en el camino que arruinó todo. Créeme en este momento ella me debe estar odiando más a mí, que a ti. Tú eres su mejor amiga―le recuerdo.
―Si, y tú, tú eres su...su familia. ―hace una pausa― Es decir, que lo que intentas explicarme es ¿qué mentiste por su bien?
―Si, algo así. Y sé que me equivoque―admito.
―Por supuesto que te equivocaste, sabes que ella odia la mentira y aun así lo hiciste―responde molesta.
―Lo sé, lo sé, pero no tuve otra salida―me limito a responder.
―Claro que la tenías. No crees, ¿que era mejor una verdad que doliera en el momento que una mentira que fuera dolorosa para siempre? Ella no solo cree que perdió el chico que ama, sino que también perdió a una de las personas en las que más confiaba, perdió a su primo, alguien de su familia y eso a mi parecer duele más que perder a un simple novio.
―Nunca me perdonará ¿verdad? ―pregunto.
―No lo sé, sabes lo que ella ha sufrido, todo por lo que ha pasado. Ella no merece un chico que la quiera un día sí y el otro no, ahora que está con Jimmy... él le demuestra que le importa, que la quiere, está empezando una nueva vida y aunque me encante la pareja que ustedes hacen, pienso que ella no se merece todo lo que le estás haciendo. ― se va levantando y tomando su bolso― Así que sí, definitivamente ella decide no perdonarte creo que deberías dejarla buscar lo que le haga feliz.
―O sea lo que me estás diciendo es que tire la toalla, la deje ser feliz con ese extraño y me desaparezca de su vida―afirmo.
―Nunca dije eso, solo dije que no sé merece lo que le estás haciendo así que porque no despiertas, gastas todas las municiones que tienes para solucionar esto y si no lo logras, déjala ir―termina y sale por la puerta para encontrarse con Lizzie y James que ya salieron del hospital.
Luego de unos minutos veo que ríen y se abrazan, por lo que decido salir a ver qué ocurre. Lastimosamente la enorme sonrisa de Lizzie, va desapareciendo a medida que ve que voy saliendo de la cafetería.
― ¿Y qué celebramos? ―digo con cautela, tratando de ingresar en la capacitación.
―Bueno, pues que Lizzie logró conseguir una beca―menciona Mía.
― ¡Eso es fantástico! ¿Y qué vas a estudiar? ¿Y qué Universidad? ―pregunto mirando a Lizzie, ella mira hacia otro lado y veo como tiene su mano unida a la de ese idiota y tengo que luchar para contenerme de borrarle esa estúpida sonrisa de la cara.
―Estudiará artes, lo que siempre le ha gustado ―responde el idiota. ― Y en cuanto a la Universidad...―mira a Lizzie como esperando su aprobación.
―Eso, ya no es de tu interés. ―responde Lizzie mirándome fijamente. ― Bueno, nosotros nos vamos tenemos que seguir arreglando cosas para el viaje, salir del país tiene su papeleo largo.
― ¿Tenemos? ¿Irán juntos? Pensé que era a Nueva York, Filadelfia o mejor aún sin dejar New Haven.
― Seth...―me dice Mía a modo de advertencia.
― Jimmy fue llamado para una gran empresa hace unos meses, me ofreció ir con él y acepté así que decidí buscar que iba a hacer y encontré una beca, también trabajo, así que bueno todo está perfecto.
―No creo que todo esté perfecto―no puedo evitar decirlo― Creo que necesitamos hablar, Lizzie.
―Lo lamento, pero discrepo. Tú y yo hablamos todo lo que se tenía que hablar, dijiste todo así que no hay más. Te llamo luego Mía―dice dándole un abrazo― Vamos, tenemos cosas que hacer―le dice al tal Jimmy y empiezan a caminar.
―Espera Lizzie, ¡no puedes irte así! ¿Cuándo te vas? Tengo derecho a saberlo al menos―alzo la voz, pero ella parece que no me escuchara.
― ¡Cálmate, Seth! ―me pide Mía.
― ¿Qué me calme? ¿No la escuchaste? Se va, se va del país sin siquiera decirme a dónde. Es el fin la perderé para siempre, Mía es mi culpa.
― ¡No ha tomado el maldito avión, Seth! Aún puedes hacer algo distinto a quedarte ahí como idiota lamentando lo que ya hiciste. Ocupa ese tiempo en pensar como remediarlo, pon a funcionar ese cerebro Seth.
Creo que ese regaño lo necesitaba, necesitaba a alguien que me dijera lo idiota que estaba siendo, que despertara y creo que debo empezar a hacer funcionar mis neuronas si quiero recuperar a la chica que amo.
***
¡Holaaa! He regresado, lamento la espera pero tenía que salvar el semestre jajaja. Pero aquí les traigo capítulo, estamos en la recta final de esta historia. Quedan unos cuatro capítulos, tal vez. Así que disfruten.
¿Creen que Seth y Lizzie aún tengan futuro o decidirán caminos distintos?
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Mi intención era olvidarte
Roman pour AdolescentsA veces la gente te cambia, la vida te cambia y nunca será fácil salir de donde estás pero es aún más difícil seguir igual. Por eso Lizzie ha decidido volver a comenzar en una nueva ciudad, con nuevos amigos y nuevas metas por cumplir, se ha dado cu...