Abre tu corazón |JACOB BLACK|

Capítulo 5

Suspiro hondo cuando veo el frigorífico y las alacenas totalmente vacías. Tengo muchísima hambre, y no sé que hacer, sé que debo salir a comer o para hacer la compra, pero sé que toparé con Jacob, ya que, cada vez que me asomo por la ventana, veo algún que otro lobo vigilando mi casa.

—Tendré que salir... —Digo para mí misma, así que preparo el coche y agarro mi cartera, así aprovecho para comprarme un móvil para poder llamar al maldito de Fred, ese estúpido engreído. Monto en el coche, y abro la cochera para irme a comprar, pero en cuanto se abre, Jacob aparece y se sube en el asiento del copiloto antes de que pueda reaccionar.

—Hola, niña. —Dice Jacob agarrando mi mano y dejando un beso en ella, la aparto bruscamente y agarro el volante con fuerza. —¿A dónde vamos?

—Yo voy a comprar, tu te vas fuera de mi coche. —Digo divertida al verlo tan tranquilo en mi coche, pero rápidamente cambio mi rostro a uno más serio y arranco para irme a Portland con Jacob. El viaje es un silencio incómodo, pero Jacob va tarareando mientras tamborilea la ventana y su muslo.

—¿De donde eres? —Pregunta después de cuarenta y cinco minutos, suspiro y me encojo de hombros. —Venga, por el acento creo que eres... ¿Austriaca?

—In der Tat bin ich aus Berlin* (de hecho soy de Berlín). —Respondo divertida al ver la cara de confusión.

- No sé qué has dicho, pero solo he entendido Berlín, así que me imagino que eres de ahí. —Dice tras unos momentos, asiento y seguimos en silencio hasta que aparco. Jacob agarra un carro de la compra, y me sigue diligentemente mientras compro, pero me siento muy observada, y no por el lobo que sigue con la mirada cada cosa que hago, sino por algo más. Me acerco a Jacob y agarro su brazo para que se agache un poco, ya que es enormemente alto.

—Alguien nos vigila. —Susurro contra su oído, y Jacob se tensa. Tenemos problemas.