Capítulo 22

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Mi primer día en la comisaría va bien, aunque solo llevo dos horas de trabajo, donde la única llamada que he recibido ha sido de una señora que necesitaba ayuda para encontrar a su perro, pero resulta que solo estaba durmiendo en su caseta.

—Athenea, por favor, hazme un favor y ve a comprar a la tienda de Russo un paquete de rosquillas y cuatro cafés. —Dice con una sonrisa el jefe Swan, asiento y me pongo la chaqueta antes de salir a la calle con el billete de veinte dólares.

Camino por las calles hasta que una mano me arrastra a un callejón, donde quedo cara a cara con una muchacha con los ojos dorados y el cabello cobrizo, Bella Swan.

—¿Qué demonios haces? —Pregunto intentando apartarme de su agarre, pero lo mantiene tan fuerte, que escucho el hueso de mi brazo crujir, ahogo un gemido de dolor que se hace más sonoro cuando me empuja contra la pared, y cuando me caigo, me da una patada en el estómago.

—Jacob sigue siendo mío, su amor por ti no es nada en comparación a lo que me ama a mí. —Gimo de dolor y veo como desaparece por el callejón, dejándome sola mientras sangro en mitad de la calle.

—Ayuda. —Intento gritar, pero solo puedo hablar en voz baja por el dolor de la patada en mi estómago. —Ayuda por favor... 

Abre tu corazón |JACOB BLACK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora