Abre tu corazón |JACOB BLACK|

Capítulo 4

Una semana después, sigo encerrada en casa, saliendo siempre con el coche, ya que me noto vigilada las veinticuatro horas del día, como si la única ocupación de esta extraña y enorme manada fuese vigilarme y ver que no me escapo, cosa que solo intenté una vez.

Flashback

En cuanto Jacob se va, corro hacia el dormitorio y hago la maleta que solo hace unas horas he deshecho sin tener idea alguna de la mierda de vida y karma que tengo.

Salgo de casa y entro en el coche rápidamente, pero pronto varios lobos comienzan a perseguir el coche hasta que uno de tonos marrones rojizos y sumamente enorme que para en mitad de la carretera y me hace frenar de golpe para no atropellarlo.

El lobo se rodea de algunos más y él se va al bosque, pero sale como Jacob al minuto, abre la puerta del coche y me empuja hacia el lado del copiloto, da la vuelta en la carretera, y conduce de vuelta a la Reserva.

—Esto es secuestro. —Digo en voz baja, pero Jacob, que por cierto, está semidesnudo, me mira con el ceño fruncido y gruñe en voz baja. —Además, te he visto, sé lo que eres.

—Eres una impronta, y algo me dice que ya lo sabías. —Dice en voz baja y profunda, viéndose cabreado y nada amigable. —Y no puedes irte, ahora tu vida está aquí, conmigo.

—Más quisieras, chucho. —Respondo con los brazos cruzados, llegamos a mi casa, y en cuanto Jacob baja, cierro la puerta con seguro y meto el coche en la cochera. Ni loca bajo con él ahí.

—¡Athenea! —Exclama furioso por dejarlo fuera, pero no me importa mucho, no debo fiarme nunca de los hombres lobo, son unos asesinos y unos monstruos.

Fin flashback

Intento llamar de nuevo a Fred, y vuelve a colgarme, no entiendo porque no quiere hablar conmigo, podría llamar al Gran Maestre, pero eso solo significaría jugármela y tener la posibilidad de morir si él quiere. Tiro el móvil contra la pared y este se rompe, haciéndome maldecir por tener que salir a comprar otro.

¿Qué mierda hago ahora yo? ¿Sigo la misión como si nada?