El libro que jamás seremos [✓]

ᴜɴᴀ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ Qᴜᴇ ᴄᴏɴᴛᴀʀ

"Yo no termine un libro, el libro termino conmigo y fue la mejor forma de romperme el corazon"

-Tess Hg

Dax.

Me encontraba sentado en mi cama, mirando a la chica extraña con la que compartía habitación, estaba seguro que tenía cara de estar tratando de procesar porque estaba tirada en la cama con un libro en la cara y con las mejillas mojadas de tanto llorar.

Llevaba así una hora.

Suspire sin preguntar nada, seguro alguno de los personajes esos se había muerto, no la entendía nadita de nada, tampoco podía decir "siento tu perdida" porque para empezar ni existía y ni lo conocía.

—Vuelvo luego —avise en voz baja como si no quisiera molestarla de su ya ficticio duelo.

En cuanto salí de la habitación camine rápidamente hacia los salones del campus, me pasé por uno en especial donde estaba Daniel, un compañero de la misma carrera, estaba escribiendo en los tantos cuadernos y alzo la mirada al verme.

—¡Amigo! —saltó para abrazarme

—Compañero — me quite antes de que me abrazara y fue a besar el vidrio de la ventana.

—¡Auch! ¿Así tratas a tus amigos?

Me encogí de hombros y me dedique a tomar un cuaderno para seguir lo que el estaba haciendo, pero cuando estaba por enfocarme un aroma me llegó haciendo que arrugara mi nariz.

—¿Hueles eso? —pregunte mirando a donde venia el olor.

Daniel me miró y sonrío inocentemente.

—A lo mejor tu nariz se fundió, yo no huelo nada.

—A que si huele.

—No.

—Que si.

—¡Que...!

Lo señale con la mano y el dio un paso atrás haciéndose el loco.

—Te echaste un pedo.

—¿Yo? —no me mira, se vuele a hacer el loco — El que lo huele se lo echo.

—Pedorro

—¿Que te pasa? —dice indignado- Mis pedos huelen a flores

—A flores sacadas del culo de un burro con chorrillo —digo mientras me tapo la nariz

Se pone rojo

—TU QUE SABES, ¿ACASO HAS VISTO A UN BURRO CAGAR FLORES?

El me mira indignado mientras veo como disimuladamente abanica con las manos su trasero para que el olor a pedo se disperse y ya no huela.

Ya no se si eso funciona o yo me lo fume todo por las narices porque ya no huele.

Posiblemente me fume el pedo.

Me siento en una banca y me pongo a escribir el trabajo faltante, detrás de mi, un pedorreado Dani se encargaba de escribir en otro cuaderno.

—¿Cuando se entrega esto?—pregunto viendo todo el trabajo que falta.

—Uhmmm...

—Daniel...

—Puede que mañana...

Abro los ojos sorprendido y extiendo los papeles en su cara.

—¡Esto es mucho! ¿Acaso quieres reprobar? ¡¿Tienes algún plan?!