El libro que jamás seremos [✓]

ᴀᴍɪɢᴏꜱ

Heather

Un chico como Danger se tiene que tratar con cuidado, puede decirte que te quiere mientras su otra personalidad está tratando de matarte, se lo que se siente, lo viví y más sin embargo seguimos unidos mientras tenemos una navaja invisible en el cuello del otro.

Alza su mano y con un movimiento lento quita el labial que tengo puesto en los labios, doy un respingo ocasionando que él sonría.

—Ya casi no hay nada de la niña que conocí —murmura.

—Ahora soy una mujer.

—¿Sabes que ese viejo va a tratar de conseguirte como sea posible no?

Ahora la que suelta una carcajada soy yo, mientras mis ojos azules se encuentran con los de él.

—Por eso viniste ¿No?

—Lo cierto es que soy un poco posesivo —acerca su rostro a tal grado de poder sentir sus labios —¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?

—Estabas a punto de matar al vecino, lo recuerdo.

—Te odio por ello, sino me hubieras detenido ese viejo estaría muerto ya.

Mis labios se ensanchan y recuerdo perfectamente el momento, recuerdo como el pequeño vecino me causaba curiosidad, nunca hablaba ni solía salir mucho, lo invité un par de veces a mis fiestas de cumpleaños pero él no iba, su familia aprovechaba ese tiempo para hablar mal de él.

Pero un dia, lo vi salir de su casa, caminaba animado y con una sonrisa, me animé y salí corriendo para preguntarle si estaba dispuesto a jugar conmigo, pero en lugar de eso lo seguí y me sorprendió ver cómo iba a la casa de uno de los vecinos que teníamos

Las hijas de ese vecino habían tenido un gata la cual se había embarazado y ahora tenía pequeños gatitos, en ese momento los vi, pero también vi al vecino y como agarraba a uno de los gatitos y lo lanzaba.

Recuerdo que lloré en silencio al ver al gatito en el suelo, también recuerdo escuchar en la escuela como una de las niñas decía que sus gatitos se iban cada día.

—Su muerte hubiese parecido un accidente — dice Danger y yo vuelvo a mi realidad —"Hombre muere tras confundir azúcar con veneno para animales"

—Y entonces sus hijas se hubieran quedado sin padre.

—¿Y a quién le importa? ¿Quién quiere un padre así? — pregunta mientras otra sonrisa se asoma de su rostro —Pero a ti tampoco te gusto que el hombre hiciera eso, te robaste a los gatitos y despues dejarte invalido al hombre.

—Mi padre nos regañó ¿Recuerdas? —digo murmurando —Se enojó porque no fuimos cuidadosos.

—También se enojó porque le dije que eras mía.

Alzó una ceja confundida.

—No recuerdo haber escuchado eso.

—No estabas, pero se lo dije, también le dije que no te dejaría al menos que quien te quisiera me agrada, así que volviendo al tema anterior, ese viejo que te sigue no me agrada.

Esta vez quien se atrevió a tomar su rostro fui yo, él no se apartó, senti su piel, seguí con mis dedos la línea de algunas cicatrizes.

— ¿Qué harás entonces?

—Lo mataré.

Pensar que tenía un aliado mas me hacia sentir mas tranquila, sonreí ahora con autentica felicidad, el aire hace que tiemble un poco y entonces siento la calidez de la chamarra de Danger sorprendida abro los ojos mientras nos dirigimos a la salida de ese lugar alborotado.