ᴛʀᴀᴜᴍᴀꜱ

65K 9K 11.1K
                                    

"Jamás se va lo que se queda abrazado en el alma"

Dax. 3 de Octubre (hace ocho años)

El sonido de los trastes me despierta, el lloriqueo callado de mi hermano menor se escucha por detrás de mi y al girarme lo veo, esta encogido y llorando en silencio, lo tomo entre brazos y lo acurruco a mi mientras escucho lo que pasa afuera de nuestra habitación.

—¡ES TU HIJO! — se escucha la voz de mi madre — ¡ES UN BEBE AUN!

Mi hermanito se estremece en mis brazos mientras yo le susurro cosas para calmarlo, es un niño aun, sus cuatro años no son suficiente para llevar en mente que sus padres se griten y se golpeen, las pisadas se escuchan fuerte y aprieto mas mis brazos a su alrededor, la puerta se abre de golpe y mi padre entra dando zancadas fuertes, mi madre intenta atravesarse pero es empujada con tanta fuerza que se queda dormida en la puerta sentada.

—Su madre es una idiota,espero y ustedes no sean igual — intenta jalar a mi hermanito de mis brazos
pero lo aprieto mas a mi, el nota que mi hermano llora —No llores, eres un hombre pareces una niñita.

Aprieto los labios,si le contesto terminaré con los labios rotos,el se saca el cinturón y cierro los ojos no
sin antes poner la espalda para que el golpe no toque a mi hermanito,lanza el primer golpe y noto como mi piel arde,voy a tomar todos los golpes por mi hermanito,el no se merece esto.

Lapuerta resuena y alzo el rostro para encontrarme con dos personas,una es una chica de unos 25 años y otro es un
chico,los dos toman a mi padre.

—¿Como puedes golpear a unos niños? — habla la chica — maldito.

El chico le señala a la joven hacia nosotros y su mirada se vuelve dulce,toma mi mano y sonríe.

—¿Vamos afuera si? Este espectáculo apenas empieza pero no es digno de menores.

Por alguna extraña razón confio y salgo con mi hermanito tomado de su mano, sus ojos grises me observan la espalda cuando ya estamos afuera.

—¿Padre es malo? — pregunta William, mi hermanito en un susurro.

—Tu padre no sabe controlarse cariño, por eso venimos — contesta la chica.

Saca una crema de una de sus bolsas y me la aplica,el ardor desaparece poco a poco sintiendo alivio.

—Eres muy chico para que te pase esto,pero eres muy valiente,me recuerdas a mi hija.

Sonrió, nunca nadie me había dicho que era valiente, el chico sale tomando en brazos a mi madre que aun duerme.

—Estarán bien, ahora nadie les hara daño.

La casa en donde nos vamos a quedar es grande y linda, ellos dijeron que podríamos estar el tiempo que
quisiéramos hasta conseguir una casa y un buen lugar, mi madre despertó tiempo después y nos abrazo, había leído una vez una historia de unas personas que salvaban a niños como yo, no tengo ningún heroe favorito pero ellos lo son ahora.

Estoy a punto de abrazar a la señora bonita cuando algo me llama la atención.

Las grandes escaleras crujen una niña de pelo largo y negro se asoma,sus ojos azules grises me miran
con curiosidad.

El libro que jamás seremos [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora