ᴅᴀɴɢᴇʀ.

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Heather. 

—Dime ¿Te gusta el tipo del baño?

El corazón me late con fuerza y me enfoco en la máscara que tapa el rostro de esa voz tan conocida, pasan años y mi cuerpo sigue respondiendo de la misma manera a su voz.

—Lo odio---digo con tristeza.

---Eso no quita que te guste.

---Si lo odio no me puede gustar.

---Yo te odio.

---¿Y que? ¿Yo te gusto?

A traves de la mascara puedo ver como sus ojos negros atrapan los mios, se acerca peligrosamente, aunque no se vea se que esta sonriendo.

---Mas que eso.

Aparto la mirada, ojos oscuros y rostro inocente, eso es lo mas atractivo de el.

Ese mismo rostro inocente habló a través del teléfono y me afirmó recrear la escena de un libro, donde al final, el chico la mata.

—Huele a droga —murmuro arrugando la nariz.

 —¿No crees que es divertido? — me pregunta con esa voz ronca. 

Me giro por completo hasta quedar frente a frente hacia el, la mascara cubre por completo sus facciones pero aun puedo ver a través de el, la sonrisa burlona típica de el se asoma. 

—¿El que? — le pregunto. 

—Ver como creen que son libres con un poco de droga cuando en realidad pueden serlo sin ello. 

—No todos son fuertes. 

La luz se queda en un solo tono, violeta, sus ojos negros resaltan ahora mas y su sonrisa se vuelve mas burlona. 

—No es cuestión de fuerza, princesa.

 Me toma de la mano sacándome a lo que parece el balcón del lugar, hay una pareja comiéndose y no notan nuestra presencia hasta que el chico de ojos negros se recarga en la pared y saca un pequeño pero filoso cuchillo, hace el ruido entre cortado y lo lanza, este se clava en la pared de madera a unos centímetros de la cabeza del chico. 

—Pudiste matarlo — le digo. 

El solo me sonríe.—Si hubiese querido matarlo ya estaría muerto. 

Trago saliva y veo como la pareja sale corriendo asustada, solo espero y no lo reporten de lo contrario estaré en problemas, opto por parecer tranquila y me siento en una pequeña silla.

En esta noche la luna vuelve a ser la lampara que ilumina esta escena, observo como el chico de ojos negros se recarga en el muro del balcon con el cuchillo entre sus manos mientras la letras gravadas de su nombre resplandecen.

Se quita la mascara dejando ver sus facciones, cambio con los años, sus pómulos son mas notorios y sus labios mas carnosos, sus largas pestañas cubren sus ojos negros, siempre pensé que esos ojos guardaban muchos secretos, se pasa una mano por el pelo del mismo color y me mira. 

—¿Así que tu eres el famoso Principe Oscuro? — le pregunto quitándome también la mascara.

 —No, mis juegos son mas divertidos — me dice y viendo mi mirada confusa explica — El príncipe oscuro que dices era un tipo de buen cuerpo pero cara horrenda, es por eso toda la idiotez de las máscaras, el solo quería sexo y popularidad, patetico.

—¿Que paso con el chico? — le pregunto. 

—Lo mate — no digo nada pero entonces sonríe — Tranquila princesa, lo deje inconsciente, debe de estar por ahí amarrado, lo cierto es que ya se me olvido donde lo deje, odio a los mentirosos.

Se acerca y toma mi rostro con ambas manos.

—Así que dime Heather ¿Estas mintiendo? 

—¿Que pasa si estoy mintiendo? — le pregunto.

 —No me obligues a odiarte — su sonrisa se ensanchó.

El aire frio hizo que mi piel se pusiera chinita y no por su comentario. 

—Sino ¿Que?

 Me toma del rostro.—Si no tendré que besarte mientras ideo un plan para destruirte. 

Sonrió ante el comentario, es como antes, antes de tanta mierda, antes de que me convirtiera a quien soy ahora. Aparto mi rostro de el, lo miro y ahí bajo la luz de la luna dijo mi nombre.

 —¿Que es lo que quieres Danger? 

—¿Que es lo que quieres tu Force?

—¿Que es lo que quieres tu Force?

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El libro que jamás seremos [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora