El libro que jamás seremos [✓]

ʙᴀɪʟᴇᴍᴏꜱ

"Te deseo tanto que parece que te amo"

Dax

Su aroma suave me atrae, sus ojos azules buscan una posible salida pero su cuerpo no quiere alejarse, que bueno porque yo no pienso irme.

Ella retrocede chocando con una pequeña mesita en dónde se supone que puedes escribir y estudiar hoy no vengo a estudiar.

—Dax, no —esta vez su voz se oye débil y me complazco al ver cómo los muros caen.

—¿No que? — le alzó el rostro para que me mire —¿No me acerco o no te follo?

—Las dos cosas —piensa un poco y se le sale una carcajada — Si no te acercas no me puedes follar, usa la lógica menso.

Me aparto y me giro, si no quiere no, respeto las decisiones de la chicas, pero conozco sus reacciones y hacé justó lo que creo, me toma del brazo y me gira, mis ojos se encuentran con los suyos y ella se remoja los labios lo que empeoran las cosas ahí abajo.«Tranquilo hermano, abajo»

Apoya su mejilla en mi hombro.

—¿Que haces? —le pregunto.

Los papeles cambian

—Me debes una venganza Dax Scott.

Me empuja hasta que quedó sentado en una silla, se sienta poniendo cada pierna a lado de mis caderas, la sangre me fluye abajo.

Posa sus manos en mi pecho y sube la camisa hasta que ella puede tener contacto directo con mi pecho, sus manos dan pequeños rasguños mientras sus ojos azules se convierten en fuego, se mueve contra mi y mi...jeje ya saben, se pone jodidamente dura, muevo mis manos pero ella las detiene negando, baja sus manos hasta tocar el elástico de mi short, mete un dedo y rasguña sin llegar a dónde quiero, se muerde los labios y yo la tomo del pelo es mi juego.

—¿Te vas a poner en modo lectora pervertida? — le pregunto.

— Lo dices tan despreocupado — sonríe— Se nota que crees que una lectora no puede poner cierta cosa dura.

Intento acercarla a mis labios pero ella niega alzando los brazos encima de su cabeza, es la señal para que la toque, dudo un instante pero cedo, suelto su cabello y la tomo de la cintura, empieza a hacer pequeños movimientos con sus caderas y a jadear mientras yo le tomo el trasero apegandola más.

Deseó

Cinco segundos es lo que me deja tener el control antes de que aparte mis manos de su trasero y se acerque a mi cuello dejando besos húmedos, no sé si es a propósito pero estoy seguro que dió un pequeño toque a mi entre pierna y joder...se levanta «No idiota vuelve aquí, me dejan la Verdolaga parada ayuda»

— Venganza Daddy.

Oh no

La tomo del brazo pegandola a mi, pero no voy a caer, se a que juega y se que no caeré, se necesitan muchás cosas para que yo pierda en el juego que yo mismo comencé.

Le tomo su pequeña mano y la pongo en mi notoria erección, ella se sonroja ante el contacto, no se lo esperaba.

—Ahora no me dejes así...