El libro que jamás seremos [✓]

ʟɪʙʀᴏꜱ ᴄᴏɴ ᴏʟᴏʀ ᴀ +18

"el problema es que te pasará eso que lees en los libros pero no tendrás el final que esperas con la persona indicada"

Guardo los últimos cuadernos en mi mochila en cuanto la clase termina, camino por los pasillos del campus hasta que alguien me toma de la mano.

—Hola —saluda Dan.

Tiene una sonrisa en el rostro a la cual yo correspondo junto con un saludo.

—¿Vas a tu habitación? — me pregunta.

— No, voy a la biblioteca —digo.

—¿Puedo acompañarte?

Asiento y ambos caminamos hacia la biblioteca, el se ofrece para cargar mi mochila a lo que yo me niego amablemente, el no dice nada pero si me toma la mano jugando con ella en un gesto despreocupado.

— Me gusta tu sonrisa Heather.

«Y eso que se me olvidó lavarme los dientes je» decido no apartar mi mano porque no creo que sea nada malo, me gusta su contacto.

— Siempre estás sonriendo.

—¿Acaso me vigilas? — pregunto burlona.

— Aunque no quisiera me es imposible dejar de mirarte.

La puerta de la biblioteca se alza frente a ambos pero antes de que pueda llegar el me jala hasta unas pequeñas mesas que se usan para estudiar al aire libre, dudo en sentarme pero al final lo hago quedando frente a el.

— ¿El amarre que te hice funcionó? — pregunto en broma.

— Ya sabía yo que alguien a las tres de la madrugada estaba diciendo mi nombre.

—Valoralo, tuve que traer una gallina que se hizo popo en mis libros — digo siguiendo el juego.

Vuelve a tomar mi mano por encima de la mesa, intento pensar en algo para que la tensión no se apodere del momento pero no sé me ocurre nada, alzo la mirada recorriendo el campus, el ocaso está por llegar y a lo lejos veo a un Dax caminando junto a un chico, no sonríe, supongo que es su papel de ser amargado.

— Me gustas mucho.

Mi mirada vuelve a Dan, este me mira y yo solo puedo mirarlo extrañada ante la confesión.

—Ay como que hace frio.

Me hago la loca y el me mira desubicado, sin entender.

—¿Escuchaste lo que te dije?

—¿Sabes si la comida de la cafetería le ponen algo? Siento que me va a dar agua de popo.

El abre los ojos y yo sigo con mi papel.

—¿Que? ¿Agua de que?

Eso es Heather, espantar vatos es tu pasión. Sigue así.

—Diarrea —le digo fingiendo que me duele el estomago —Creo que voy al baño...

—Oye pero...

—Ay creo que se me sale.

—Heather...

—¡Ayyyy!

Dan abre los ojos entre preocupado y fastidiado. Vale, quizá esto sea vergonzoso pero si no lo apartó la cosa se pondrá más seria y no me mal entiendan, no es feo ni nada, pero no me gusta.

《¿Y se te ocurrió que lo mejor sería hacer que te haces del baño para espantarlo?》

Pues si.