El libro que jamás seremos [✓]

ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴀᴍᴇ

"Ser fuerte...duele"

—¿Te gusta el color rojo? — me pregunta una señora, tiene en las manos un labial rojo muy fino. 

Niego con la cabeza.

 —¿Entonces el rosa? — me muestra otro color.

Vuelvo a negar con la cabeza. 

—No quiero nada — digo débil. 

—Es tu boda... debes de lucir perfecta. 

Me miro al espejo, mis ojos están rojos, no se si por tanto llorar o por las consecuencias de los golpes que me he ganado estando aquí.

Mis ojos azules parecen que están en medio de un lago de sangre, el color rojo los ahoga, mis labios están pálidos y pequeñas costras de sangre se notan, la verdad no veo como puede arreglar lo que soy ahora, me pasa un vaso de agua y me niego a tomarla. 

—Si te niegas a todo... el se enfadara, tu rostro es lindo como para que el lo siga maltratando — me dice. 

—Parece que te preocupas — le digo en un tono despacio. 

—Puede que si me preocupe. 

Vuelve a tenderme el vaso con agua y yo lo tomo. 

—No lo creo — le digo — Estas ayudando a que me vea bien en una boda que yo no quiero, casándome con un hombre al cual no amo y me maltrata y si fuera peor, secuestrada.

 Suelto el vaso y el agua se esparce por el suelo color blanco, ella abre los ojos de la impresión y yo solo me quedo mirando a la nada, viendo en el espejo lo que soy ahora.Las lagrimas empiezan a correr por mi rostro, me cuesta tragar saliva debido a que Harrison siempre me toma del cuello cuando me viola, ya ni siquiera grito o lloro, ni siquiera siento.Unos ojos azules aparecen en mi mente y intento recordar el sonido de su risa o el sonido de su voz.Es que lo curioso es que con el paso del tiempo ya no lo recuerdo... 

No se cuantos días, meses o semanas llevo aquí, solo soy consiente que haya afuera mientras la lluvia cae, podría estar leyendo en mi habitación del cuarto mientras Dax duerme con el pecho descubierto y ronca como siempre hacia, que podría estar riéndome por las tonterías que el inventa o enojandome por que parece... parecía conejo.

 Pero lo único que esta haya afuera, mientras la lluvia cae encima son las tumbas de la vida perfecta que pude tener, mi madre y su sonrisa pura, mi padre con su sarcasmo y el, con sus ojos azules. 

Si ya no hay nada en el mundo que te importe ¿Realmente vale luchar? 

La puerta se abre de golpe y veo a mi pesadilla en la puerta, tiene un traje blanco que resalta sus ojos verdes, una sonrisa tantea en su rostro cuando me ve con el vestido de novia, pero la cambia cuando ve mi rostro y el tiradero de agua. 

—¿Por que aun no esta lista? — ruge. 

—Yo no quiero estar lista — le digo. 

—Pues lo estarás y si no lo estas en menos de diez minutos te prometo que mato a la zorra que esta encerrada — me dice y cierra la puerta con fuerza.

 Las cosas que me deje hacer lo hice por la chica, para que le dieran un buen trato, buena comida y al menos una cobija, mi madre habría hecho lo mismo.La señora se me acerca y empieza a ponerme mucha crema en el rostro, yo la observo, las ojeras son notorias y en el cuello tiene una marca que parece un trasero, en otras circunstancias me hubiera reído.Eso me recuerda a lo que una vez mi madre se reía sin parar

—¿Puedes creer que parecía un trasero? — decía riéndose. 

—Es para conquistar a los nenes — decía Danger con una sonrisa.