ᴛᴇɴꜱɪᴏɴ, ꜱᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏꜱ ʏ ʟɪʙʀᴏꜱ

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"A mi me gustaría escribir un libro contigo Heather, empezar con un prólogo en papel y terminar con un epílogo en tus labios"

HEATHER.

El sonido de varias voces me despierta, abro los ojos de mala gana, con que Dax metiera a otra chica les juro que me pongo modo madre Mexicana con la chancla y me aseguro que la chancla les golpee en los lugares más dolorosos, un recordatorio de que no me deben de molestar mientras duermo.

Pero cuando observo mejor la habitación está sola, me tallo los ojos y me levantó bostezando para ver por la gran ventana, las voces vienen de abajo, hay dos grandes autobuses y alumnos con maletas entre las manos.

Me giro rápidamente cuando la puerta del baño se abre de golpe y aparece Dax, se detiene cuando me ve y me sonríe ¿Que le pico a este? Alzó una ceja esperando que me explicara.

— Buenos días — me saluda pasando por mi lado para ir a su cama — Será mejor que te cambies, se hará tarde.

—¿Tarde para que?

— ¿Cómo que para que? La escuela organizó una salida de una noche y un dia, pense que te lo habian dicho, la última clase que tuviste te tuvo que informar.

La última clase que me tocó fue la de artes ¿Quien da artes? Exacto, la misma maestra que me odia, aunque últimamente me ha odiado más, no me deja participar y siempre soy la primera a la que le revisa algo, es injusto pero ¿A quién le importa? Esa maestra no va a hacer que baje de calificaciones, seré todo pero una persona no me hará fallar.

— No, bueno a mi no me avisaron — confieso — Creo que la maestra de artes me odia.

Él se detiene un momento.

—Perdona...¿Quien dijiste que te daba la clase de artes? — me pregunta sin mirarme.

— Es una maestra joven, no se muy bien cual es su nombre, pero es la más joven de los maestros — me encojo de hombros.

— Ah...solo debe de estar en sus días, ya te tratara mejor — dice — Tiene que.

Hay un maestro gritando que ya nos debemos de subir al autobús, gruño molesta mientras me pongo rápidamente un pantalón y una blusa manga corta, lo hago rápido aprovechando que Dax sigue arreglando su maleta, eso me recuerda que yo tengo que arreglar la mía.

No me peino, mi cabello no colabora ni el tiempo, estoy a punto de gritarle al profe que se calle que espere un momento porque no encuentro una mochila pero Dax me pone una mano en el hombro.

— Toma, no se porque ya sabía que no estarías lista — me entrega mi mochila.

Abro la mochila encontrándome con una poca ropa mía y mi pequeña bolsita de arreglo personal, le dedicó una sonrisa agradecida.

— "Gracias Dax, joder eres todo un caballero, me acostare contigo porque te lo mereces" — trata de imitar mi voz.

— Conformate con un gracias idiota - sonrio mientras salimos de la habitacion.

— Como quieras lectora pervertida.

Bajamos prácticamente corriendo las escaleras, Dax se despide del guardia que cuida las entradas, me sonrie a mi y yo solo puedo alzar la cabeza en despedida, a veces me incomoda, pero supongo que solo ideas mias.

Ambos llegamos jadeando al autobús, después de varios alumnos que suben por fin es nuestro turno, Dax me jala para que nos sentemos hasta atrás pero me niego porque atrás no hay ventanas, el no quiere enfrente porque dice que quiere dormir a gusto y la luz no le ayuda, al final lo convenzo de que vayamos en medio.

El libro que jamás seremos [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora