Capítulo 10

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Puedo pecar de inocente y afirmar que no creo volverme a enamorar, no de otra persona que no sea ella, talvez es común pensar así cuando tengo su rostro tan cerca de mí, cuando puedo sentir su piel contra mi piel. Es normal imaginarme una vida con ella, despertarme a su lado cada mañana y poder oler su fragancia combinada con el olor de la madrugada.

Mientras miro por la ventana de su cuarto y siento como su pecho sube y baja con su respiración puedo decir que estoy en paz, querido ser omnisciente, ¿Podrías dejar de lastimarme y permitirme ser feliz con ella?

—¿Qué miras? —me preguntó Mia—: ¿No deberías estar viéndome a mí?, estoy segura que verme dormir es mejor que ver por esa ventana.

—Deberías también estar segura de lo creída que eres —le respondí mientras la besaba—: La vista es muy buena desde tu cuarto.

—Es mejor en el cuarto de mis papás, por eso eligieron esta casa, solían amarla mucho.

—¿Solían? ¿ya no les gusta?

—Ya no, ahora es raro que pasen en casa.

—Es normal, deben trabajar mucho para mantener una casa así.

—No lo hacen, es porque tienen otras familias.

—¿Están divorciados?

—No, siguen juntos, aunque no se soportan.

—¿Por qué?

—Creen que es lo mejor para mí, ellos piensas que no se que se odian, piensan que no sé que tienen otras personas a las que aman y creen que no se que ninguno quiere hacerse cargo de mí.

—¿Cómo sabes eso?

—No se esconden tan bien como creen, pero esta bien porque yo tampoco los quiero conmigo.

—¿Desde hace cuando vives sola?

—Desde hace años, antes venían un poco más.

—¿Puedo saber por qué?

—Si, pero no ahora —me dijo mientras se acercaba para besarme y yo le respondí igual—: Detente Ali, si continuas así no dejare que te levantes de la cama...

●●●

—Ali, ¿Estás segura de que quieres ir? —me pregunto Mia mientras salíamos de la casa. El frío de la mañana entraba por cada rincón descubierto de mi cuerpo, pero era agradable estar usando uno de sus abrigos, cubiertos por su perfume.

—No pienso acobardarme —le respondí, mientras ella seguía caminando con su café en la mano.

Mientras más la conocía más me fascinaba. Era increíble que fuéramos compañeras por años y sin embargo no sabía nada de ella y pensé que jamás llegaríamos a ser cercanas pero aquí estaba tomada de su mano y escuchándola quejarse sobre la comida del almuerzo o la vez que se rompió el labio por querer asustar a un primo, me encantaba sentirme parte de su vida la cual siempre fue un misterio para mí.

—Entonces le dije a mi mamá que me sentía mal, pero ella no me creyó porque ya había mentido sobre eso varias veces, pero justo ese día era verdad, así que me obligo a entrar en la escuela y diez minutos mas tarde ya había vomitado en el patio en frente de todos—me contó mientras se reía—: Lo peor fue que cuando vi mi vómito, porque volví a vomitar del asco y hubiera seguido en ese ciclo vicioso de vomitar por ver mi vómito si no fuera porque una profesora me tapo los ojos.

—A mi me pasó algo parecido, yo estaba de viaje y había resistido sin marearme gracias a una pastilla que mi mamá me compro, pero justo llegando a la terminal un niño que venía tomando una malteada de chocolate vomito con una fuerza tan extraordinaria que el vomito alcanza por lo menos un metro de distancia, inmediatamente mi estómago reacciona y la pastilla no pudo retener lo que estaba conteniendo, termine vomitando en el baño de la terminal, fue un asco.

—Su vomito debió ser parecido a la malteada, ¿verdad? —me dijo solo para hacerme tener asco.

—Cállate o te vomitare encima —le dije riéndome—: Creo que deberíamos separarnos aquí para que no te vean llegar conmigo —le sugerí soltándole de la mano, pero ella volvió a sostenerla aún más fuerte.

—Estoy harta de esconderme, que todos se vayan al diablo —me dijo mientras me besaba.

—¿Estás segura? ¿no te traerá problemas?

—Eso debería preocuparme a mí, no a ti —me dijo mientras guardaba su termo en mi bolso porque ene le de ella ya no había espacio—: Vas a venir a dormir conmigo esta noche también, ¿verdad?

●●●

—Que tal si le dices que mis papás están divorciándose y que me siento muy solo y tu vas a acompañarme, creo que eso es una buena excusa —Me propuso Mia—: No puede ser tan difícil convencer a tu mamá que te deje pasar la noche conmigo, solo elige una opción.

—Es que tu no la conoces —le dije mientras abría mi casillero, me sorprendió que no siguiera insistiendo así que deje de guardar mis cosas y la regrese a ver, por su cara supuse que algo no estaba bien—: ¿Pasó algo? —le pregunte preocupada.

—Es la persona que me está amenazando, me envió un mensaje y dice que debo alejarme de ti...

—Te lo dije, no debíamos llegar juntas —le dije tomando el libro que necesitaba para mi clase—: Es mejor que nos veamos en tu casa después de clases. —No deje que protestara, camine por el pasillo lo más rápido que pude para poner distancia entre ella y yo, pero dolía que ella no hiciera algo por seguirme.

El reloj avanzaba y la supuesta broma no llegaba, había pasado todo el día esperando que algo malo me pasara, pero para mí sorpresa no sucedió nada. Llegué a pensar que la broma consistía en hacer pasar todo el día con el sentimiento de preocupación, pero estaba segura que la persona que me odiaba no era tan inteligente como para pensar en algo así.

Cuando terminaron las clases traté de buscar a Mia, pero no estaba en su clase, y tampoco en la entrada, de todas formas, la esperé un rato para confirmar que esa persona no le había hecho nada.

—Tú eres Ali, ¿Verdad? —Me pregunto una chica que no había visto en mi vida, lo que me tomo por sorpresa. Yo me limite a afirmárselo con la cabeza—: En ese caso esto es para ti, te lo manda Mia —Me extendió el papel que traía en la mano y después de que lo tomé ella solo se fue sin esperar que le dijera algo o mínimo que le agradeciera.

El papel que me dio era una pequeña nota que decía que me esperaba en los vestidores de las animadoras, lo de la nota no me pareció extraño porque yo había olvidado mi celular en su casa y ella lo sabía. El horario de las animadoras hacía que ese lugar estuviera vació los viernes, lo sabía porque mis "amigas" eran animadoras, así que supuse que Mia querer que habláramos donde no hubiera nadie.

—Mia... —dije mientras entraba en los vestidores, pero no se escuchaba nada—: Mia, ¿Dónde estás?, este lugar da miedo... —le dije mientras caminaba por los casilleros para encontrarla.

♥♥♥

(Mia)

Estaba saliendo de la sala de profesores porque tenía que entregar los trabajos que todos los de mi clase, pero como la profesora me odiaba, me había hecho esperar un buen tiempo antes de tomar los estúpidos trabajos, si tan solo no me hubiera metido con su preciosa hija, posiblemente las cosas serían diferentes, pero en mi defensa era muy excitante salir con la hija de la profesora, además tenía esa fama de ser muy puritana, lo que me encantaba.

Aunque llegue corriendo a la puerta de la salida, no la encontré, de hecho, ya casi no había personas, aun así, me quede viendo alrededor con la esperanza de encontrarla.

Solo llevaba esperando unos minutos cuando me llego un mensaje de un número desconocido: "La broma es en los vestidores de las animadoras. ¡Apresúrate!"


MÍA (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora