—Cassie—
Estaba de viaje con mi prometida, las dos decidimos ir a visitar un pueblo con un puerto hermoso, estaba cerca de donde ella había estudiado y siempre quiso visitarlo porque una de sus amigas se lo había recomendado. Todos los caminos eran en su mayoría de piedra y las casas estaban adornadas de flores, el olor era increíble. Las dos decidimos caminar más allá del puerto, casi a las afueras, de hecho lo hicimos sin querer. Mi novia Sol iba dirigiendo (ella no conocía el lugar y era pésima con las direcciones pero me encantaba verla guiando) en otras palabras estábamos perdidas, ella encontró unas escaleras de piedra que daban justo a la playa, comenzamos a bajar y vimos a un grupo de niños jugando, eran muy pequeños y todos llevaban flotadores, también habían algunas personas mayores, y cerca de ellos estaba una chica con el cabello corto, jugando con ellos, la observamos por un momento y luego Sol comenzó a bajar las gradas rápidamente y grito.
—¡Mia! —Yo me quedé helada, efectivamente era ella, las dos corrieron a abrazarse, y yo no podía creerlo.
—¿De dónde se conocen? —Fue lo primero que pregunte en cuanto logre bajar las escaleras sin caerme por ellas.
—También es un gusto verte, Cassie —respondió Mia.
—Ella fue mi amiga en el internado al que me enviaron, te dije que estaba cerca de este pueblo —me respondió Sol muy contenta—: ¿Y tú de dónde la conoces?
—Ella iba a mi instituto antes de mudarme, ella era la novia de... —No sabía si decir su nombre estaba bien así que pare de hablar.
—De Alice. —Completo Sol—: Mia me contó de ella, pero jamás pensé que su Ali sería tú Alice.
—Yo tampoco pensé que tú Cass, sería mi Cassie —dijo Mia riéndose.
—¿Cómo que tuya? —le respondió Sol.
—Sabes que bromeo —le dijo jalándole las mejillas—: Por cierto, Cassie, ¿ella te ha contado todo lo que hizo en el internado?
—Me dijo que la pasó muy mal —le respondí viendo como Sol comenzaba a ponerse roja.
—¿Mal?... yo diría que la pasó demasiado bien, no recuerdo ya a cuantas hizo cuestionar su sexualidad, además... —Mi prometida le cerró la boca y comenzó a soltar su risa nerviosa.
—Cass, amor mío, enserio la pasé muy mal, porque no te tenía, todo lo que hice fue para llenar el vacío que dejaste, deberías sentirte mal por mí.
—¿Debería sentirme mal?, eres una manipuladora... ni creas que me casaré contigo —le respondí riéndome.
—Pero me dijiste que después del viaje nos casaríamos —me dijo con su típico puchero, mientras Mia no paraba de reírse—: Si no me casó con ella estarás en problemas, Mia —le dijo amenazándola, pero solo logró verse más tierna.
—Vamos Cassie, no seas celosa, ella hablaba de ti todo el tiempo, que te cuesta cumplirle su sueño.
—¿Y su sueño sería? —le pregunté, aunque la respuesta era obvia. Sol puso su mano cerca de mi cara e indicó el dedo dónde va el anillo.
—Quiero mi anillo Cass... además ya prometiste dármelo...
—Veo que las dos no han cambiado mucho —nos dijo Mia riéndose.
—¿Y tú? ¿qué haces aquí? —le pregunte mientras abrazaba a mi prometida.
—Vivo aquí, soy maestra de todos esos pequeñines.
—Eso es muy lindo —le dijo mi prometida.
—¿Sigues soltera? —le pregunte por curiosidad.
—¿Y por qué le preguntas eso? —dijo mi prometida de inmediato, con sus ojos fijos a los míos esperando una repuesta rápida y sincera.
—Deja de ser posesiva —le respondió Mia, volviéndole a jalar las mejillas—: Aun no encuentro a la persona correcta, pero ya encontré a Ali.
—¡¿Enserio?! —le preguntamos al unísono.
—Sí, la veo en la sonrisa de los niños a los que les enseño, por eso hago lo posible para que estén felices.
—Diablos Mia, ahora quiero llorar, espero que estés contenta —le dijo Sol.
—Perdón... —le dijo sonriendo—: Y supongo que llegaron hasta este lugar porque Sol estaba dirigiendo, deben estar perdidas, ¿Verdad?
—No estamos perdidas, solo seguimos al destino —le respondió Sol.
—Estamos muy perdidas... —le afirme, burlándome del amor de mi vida.
—Nosotros nos vamos en unos minutos, por qué no se quedan y luego yo las llevó a su hotel, incluso podríamos almorzar juntas en la casa de mi abuelita, ella cocina delicioso.
Aceptamos la oferta y pasamos el día con Mia, al llegar la noche nos llevó al puerto donde estuvimos sentadas un rato, recordando varias cosas del pasado, las historias de ellas en el instituto eran increíbles, al final se despidió de nosotras no sin antes darnos su número para que la invitemos a la boda.
Estoy segura que algún día Mía, podrá llegar a encontrar a alguien, sé que algún día alguien logrará que olvide a Alice, lo deseo con todo mi corazón, pero por ahora ella seguirá usando su collar y buscándola en la sonrisa de las personas.
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MÍA (editando)
RomanceAlice es una adolescente que ha venido desarrollando una depresión que oculta de todos debajo de la imagen de una "chica perfecta", la única persona que le hace sentir algo es Mia, una chica con problemas de agresividad de quien siempre a estado e...