00

23.2K 1.5K 243
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 

La pequeña Tabitha se encontraba en la alfombra de su habitación mirando sus juguetes pero sin moverse. Quería jugar con ellos pero no quería moverse de dónde estaba. La paz que sentía al no moverse le gustaba mucho y la disfrutaba.

Le gustaba estar tranquila y sin moverse, le gustaba estar relajada, pero sus padres parecían no entenderlo, ya que siempre intentaban que conviviera con otros niños o que jugará ella sola.

Por alguna razón, cuando estaba rodeada de niños jugando o rodeada de personas que hacían ruido, sentía muchas ganas de llorar, su cabeza dolía y esa sensación extraña se apoderaba de ella. “Incomodidad” era como lo llamaban algunas personas. Pera Tabitha no sabía que era eso y tampoco sabía cómo decirle a sus padres como se sentía.

—Cariño.— Nick entro a la habitación y camino hasta la pequeña.— Tabitha.

No, por favor.” Tabitha sabía que iban a salir a algún lado y la idea no le gustaba. Se sentía segura en su habitación y salir de ella, era estar en peligro y sabía que los malestares iban a aparecer. Pero aún así, no tenía ganas de hacer enojar a su madre.

Quería ignorarla pero tuvo que voltear cuando  Nick le tocó el hombro y la incomodidad apareció. No le gustaba que la tocaran, a veces y solo a veces, cuando ella quería, sí le gustaba pero en ese momento no quería que la tocaran.

—Iremos a casa de uno de los compañeros de papi.— Se sentó en la alfombra con ella, sin importar que su vestido se iba a arrugar.— Te puedes poner un lindo vestido o una falda, hay que dar una buena impresión.

Quiso negarse, pero no supo cómo, no le gustaban los vestidos, ni las faldas o los shorts, o cualquier prenda que dejara sus piernas al descubierto, se sentía expuesta y odiaba cómo el viento se colaba por sus piernas.

—Sí, mami.— Regreso su mirada a sus juguetes, quería recuperar la paz que le había quitado su madre.—¿Podrías elegirlo por mi?.

Cuando Nick se levantó, le dió un pequeño beso en la cabeza de Tabitha y cuando estuvo lejos la niña soltó el aire que estaba reteniendo. Por fin iba a recuperar su tranquilidad.

AUTISM || Draco Malfoy ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora