AUTISM || Draco Malfoy ✓

01

Tabitha observaba como todos los estudiantes
subían al tren, como se despedían de sus padres y soltaban un par de lágrimas.

Para ella era gracioso ver cómo todos lloraban, pero así como era gracioso, también era algo tonto. Ella no entendía por qué todos lloraban, tal vez lloraban porque se iban a extrañar, pero eso era algo aún más tonto. Se iban a volver a ver, no era como que iban a morir, solo debían esperar hasta Navidad o podían mandar cartas, existían tantas opciones y sus bobos compañeros no pensaban en eso, solo lloraban, cómo si eso fuera a cambiar algo.

Ella junto a sus padres ya habían experimentado eso pero seguía siendo duro, no era difícil despedirse de ellos. Lo difícil era alejarse de su hogar, de su cuarto, de su lugar seguro.

—¿Llevas todo, nena?.

—Sí, papi.— A lo lejos observo esa cabellera tan conocida y como él junto a su familia se acercaban.

—Tom, que gusto verlos.—Hablo Narcissa mientras saludaba a todos.

—Hey.—Hablo Draco tratando de obtener la atención de Tabitha pero ella no volteo. Lo iba a ignorar, no tenía ganas de hablar con él.—Tabitha.

Tocó su hombro y ella volteo, y no fue porque se sintiera incómoda, sintió algo, algo que nunca había sentido y le gustó.

—Hola, Lucius.—Volteo a ver a sus padres y extendió los brazos, Nick volteo a verla y le pasó su gata.— ¿Que tal tu verano?.

—Excelente, fuimos al torneo de Quidditch.— Tabitha solo asintió, Draco le caía bien pero solo quería estar sola, además de que no sabía que decirle.

Los padres de Draco habían hablando con él en primer año y le habían explicado que era lo que tenía Tabitha, y que tenía que ser paciente con ella.

—Por cierto, esperaba verte ahí.— Draco miro sus manos como si fuera lo más interesante, tratando de que no se notará que estaba nervioso.—Escuche que mi padre le había mandado las entradas al tuyo.

—Sí, así fue.— Tabitha volteo a verlo a los ojos, pero se arrepintió y volvió a mirar a Bonnie.—Papi me lo dijo pero no soy fanática y decidí mejor quedarme en mi habitación con Bonnie. Fue bueno, le leí varios libros y le gustaron mucho.

—Es hora, deben subir.—Draco se acercó a su familia para despedirse, mientras Tabitha hacía lo mismo.

—Te vamos a extrañar mucho,cariño.—Los ojos de Nick se llenaron de lágrimas.—Sabes que si necesitas salir puedes mandarnos una carta o hablar con Snape.

Tabitha quiso rodar los ojos, no entendía por qué su madre lloraba , se iban a volver a ver, no era para tanto.

Durante los tres años que había estado Tabitha en Hogwarts, solo había salido 4 veces por los ataques de ansiedad que le daban y eso solo hacia que sus padres se preocuparan más.

—Estare bien.—Sonrió.— Tengo a Bonnie, a Hermione, a Draco y a Luna. No pasará nada.

Nick derramó las lágrimas acumuladas en sus ojos, su pequeña niña se iba a ir otra vez.

—Y recuerda, nada de chicos, ¿Okay?.— Tabitha frunció el seño, mientras asentía.

Se sintió muy confundida, entonces, eso significaba que ya no podía hablar con Draco. Pero eso sería raro, porque sus padres le habían dicho que nunca se alejará de Draco, que él la iba a defender.

Ya no quiso pensar en eso, se despidió de sus padres y subió rápidamente al tren, sabía que si se quedaba más tiempo, no iba a subir por hacer preguntas.

Entro a un compartimento vacío, se sentó y puso a Bonnie en sus piernas.

—Te dije que me esperarás.— Draco entro en el compartimento y acomodo el equipaje de ambos, se acomodo en frente de ella y la miro.

—Lu, ¿Por qué mi padre me dijo que nada de chicos?. No entiendo, porque se supone que debo estar contigo.

Draco se sonrojo a más no poder.

—Mi madre me explico que a nuestra edad comienza a haber cambios y nos comienzan a gustar las personas.

Tabitha asintió.

—Pero, ¿Qué significa eso? Y ¿Qué tiene que ver eso contigo?.

Tabitha bajo la mirada y comenzó a acariciar detrás de las orejas de Bonnie.

—Tal vez significa que no puedes tener novio.— Draco vio como Tabitha frunció el seño y hacia un puchero, era señal de que no entendía.— Un novio es alguien que te da besos y abrazos, pero él te quiere y tú lo quieres.

—Como nuestros padres.— Tabitha dejo de ver a Bonnie y miro a Draco.

—Sí.

Y sin quererlo, el tema de los chicos había despertado la curiosidad de Tabitha.