Cabaña

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Llegó a la guarida varias horas después de los demás, con las provisiones. Allí tuvieron casi cinco días de paz, el jutsu para dejar inconscientes a las personas de Jannos tenía una duración variable que él controlaba, podía ser media hora o podían ser dos semanas, y en su usual prepotencia no quiso darles el lapso exacto, así que de tanto en tanto tenían que estar asomándose para comprobar su estado. No era el primer secuestro que hacían en la zona así que ya tenían una habitación y las adecuaciones necesarias para la víctima, si es que podía decírsele así al colchón desgastado que no sabía ni de donde había salido. Tuuli mantenía manillas absorbe-chacra entre los elementos necesarios así que le habían puesto unas, quitándole de paso los guantes por si escondía algo en ellos.

Nadie se interesó en la maleta, así que en la privacidad de su habitación se dedicó a hurgar en las pertenencias de la chica. Había una bolsa de dormir, un poco de comida que dejó de lado para llevar a la cocina, un traje exactamente igual al que tenía puesto junto a otro par de guantes, supuso sería su traje para misiones, toda la ropa que le había visto usar en la aldea, un monedero con unas llaves pegadas y algo de dinero que dejó junto a la comida, separó las llaves para botarlas, una pijama compuesta de blusa y pantalón largo, unos recuerdos del festival, un par de sandalias de tacón, cepillo de dientes, cepillo para el cabello, muchas cintas y hebillas para peinarse, varias vendas, medicamentos básicos que incluiría en su botiquín, ropa interior bastante sosa, ¿cómo lograba meter todo eso en esa maleta? algunos pergaminos pequeños, que también rompió, más armas y muy en el fondo de todo casi como si lo estuviera escondiendo hasta de ella misma, otra pijama, pero esta era muy sexy, la sangre fluyó hacia su parte baja de solo imaginarla con eso puesto. Definitivamente los había juzgado mal y se había equivocado al creer que ellos no eran una pareja. Decidió esconder esa prenda, no sería buena idea que ella usara eso en medio de seis hombres, ni siquiera él podía garantizar contenerse. Nada entre esa maleta daba alguna pista sobre su nombre.

Escuchó voces en la sala y se asomó, la chica había despertado.

- No es eso, no quise sobrepasarme con ella... o al menos no en ese sentido - se justificó Jannos con un claro doble sentido

- Pero ahora tu consideración nos hará tener que ser niñeras y tener que vigilarla - se quejó. La conversación siguió un poco más y finalizó con todos riendo al imaginar al chico Hyūga revisando los señuelos que hábilmente había dejado Ikkaku.

Se acostó a dormir, y despertó por el grito de Uryuu diciendo que estaba intentando escapar. Saltó de la cama y corrió con los demás. Reprochándole a Jannos porque tenía sueño. La cargaron de regreso y antes de salir de la habitación ella despertó de nuevo. Estaba desubicada y demasiado confundida para estar fingiendo, así que sacó una linterna y empezó a revisarle los ojos, sus pupilas no se estaban contrayendo.

- ¿Qué recuerdas? - le preguntó recordando sus clases - ¿Recuerdas cómo llegaste aquí? - ella negó siguiendo el rastro de la luz - ¿Recuerdas tu nombre?

- No, no recuerdo nada.

Un bufido sonó y él quiso empezar a reír a carcajadas, ese era el típico argumento de las novelas rosas que a veces leía cuando estaba muy aburrido, Jannos los presentó y la dejaron sola, se fue de una vez a la cama, quería dormir sin pensar en las implicaciones de esa pérdida de memoria. Oyó de lejos como hablaban de violarla o algo así, pobre chica, si tan solo no hubiera ido con ese Hyūga.

Al igual que el día anterior, ella no probó bocado, eso era extraño para todo lo que la había visto comer en el festival. Al día siguiente le llevó la bandeja y la encontró intentando soltarse las manillas con las manos. Le advirtió que no lo hiciera, a él le era irrelevante pero sabía que algunos otros la castigarían donde la vieran hacer eso ¿y a él por qué le importaba? Le sugirió que se bañara y sonrió de lado cuando escuchó la molestia con la que ella dijo que no tenía ropa, fue a su habitación y entre las opciones consideró que lo más cubierto y apropiado era el otro traje igual, por eso le llevó ese y después se justificó ante sus hermanos por hacer eso, al parecer ninguno veía el problema con la higiene. Se habían rotado entre todos el llevarle comida y vigilarla, pero la verdad es que a Hiroku se le olvidaba y a Ikkaku no le importaba, por lo que si no les recordaba no le llevaban comida, intentó no mostrar interés adicional o sabía que le dejarían la tarea únicamente a él y ya por entrometido tenía la tarea de la ropa, por eso no le entregaba ropa interior, no tenía la más mínima intención de lavar esas prendas.

El Clan KazirgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora