Encuentro

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Se quedó sentado junto al árbol, estaba completamente adolorido y seguía sin entender lo que había ocurrido, la conversación entre ellos ¿el acuerdo? ¿Qué acuerdo? El sol estaba empezando a descender, necesitaba moverse para buscar su mochila de donde la había arrojado antes de atacar a Uryuu. Su voz interna estaba casi tan furiosa como él, nuevamente había sido derrotado como un simple genin y eso que había sido una batalla de uno a uno. Intentó levantarse pero el dolor lo hizo reconsiderarlo, además sentía parte de su cara entumecida. Cerró los ojos por un momento aunque era algo imprudente, era una presa fácil para cualquiera en ese momento. Escuchó lo que parecían pasos de una persona sola no muy lejos de allí pero no lograba identificar ninguna presencia, buscó una kunai y la aferró en sus manos, podría arrojarla y así evitar que se le acercara.

Una rama crujió al ser pisada y abrió los ojos para ver al enemigo, teniendo que parpadear repetidamente para corroborar la imagen frente a él. Un par de ojos chocolate lo estaban viendo con lo que parecía molestia y preocupación, en sus manos tenía su mochila.

- ¿Por qué nunca me haces caso Neji? — dejó el objeto en el suelo antes de arrodillarse junto a él, iba a dirigir las manos a su cara pero la detuvo, tomándola con rudeza de la blusa y del mentón para que levantara la cabeza y examinarle el cuello

- Eres un clon — casi tuvo que morderse la lengua para no agregar la palabra maldito a lo que acababa de decir antes de soltarla

- Por supuesto que soy un clon, él hubiera notado si la real no está a su lado — no había mayor sentimiento en esas palabras — te dije que confiaras en mí y no nos siguieras

- ¿Nos? — estaba enojado — ¿ahora eres uno de ellos? ¿qué acuerdo hiciste?

- Eso no es importante Neji, no debiste enfrentarlo solo — ella también estaba molesta, había logrado con muchísima dificultad hacer el clon sin que ellos lo notaran y dejarlo en la aldea antes que emprendieran el viaje para que el Hyūga como siempre hubiera decidido no hacerle caso y arriesgado su vida de esa forma. Abrió la mochila y tomó la cantimplora, estaba llena, meditó si usar alguna prenda de las que estaban empacadas pero no quería arruinar nada de lo que había. Bueno, había una solución más sencilla, a fin de cuentas esa ropa desaparecería, se quitó la blusa holgada que estaba usando y la humedeció un poco antes de llevarla a su cara, inicialmente él intentó apartarse y se sintió dolida así que agachó su mirada tratando no llorar — límpiate tú — le extendió su improvisado trapo

- Gracias — no aceptó lo que le ofrecía, y se sintió mal por ver su reacción — pero no puedo verme la herida — se acercó un poco, dándole a entender a qué se refería y ella sonrió levemente antes de apartarle el cabello y con cuidado empezó a frotar su rostro para quitar la sangre seca. Tenía un hematoma que le cubría una mejilla, un corte arriba de la ceja y otros arriba y debajo de sus labios. Se giró para volver a esculcar la mochila aunque sabía que era inútil, Neji cargaba pocas cosas de primeros auxilios pues era ella quien solía encargarse de eso, fue en ese momento que notó algo extraño en el pasto y se estiró para agarrarlo, destapando el frasco de una vez para olfatearlo. Estaba tan concentrada en comprobar que efectivamente se trataba del ungüento de Ryuuken que no notó los ojos blancos clavados en su torso y en los diferentes moretones que tenía además de las cicatrices del día del interrogatorio — Tenten, ¿me dirás qué ocurre?

- Este es un ungüento muy bueno, te ayudará a cicatrizar más rápido — se untó el dedo índice y él asintió ligeramente para darle permiso de aplicárselo. Después de eso volvió a cerrar el frasco y lo empacó en la mochila, debía contarle todo, pero ni siquiera sabía por dónde empezar, ¿por qué sabía de un acuerdo? ¿Acaso en el enfrentamiento Uryuu le había contado algo? Inhaló profundo

El Clan KazirgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora