Traición

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Su mirada revelaba que era ella, pero nada más. Veía sus ojos maquillados, sus labios de color rojo intenso, el cabello recogido en una coleta tal y como había descrito Nobu, la blusa holgada pero semitransparente de color negro que dejaba ver un top rojo oscuro debajo, el short corto y los tacones altos. Por eso también el niño había dado la descripción de una mujer mucho más alta que ella.

- No pienso hacerlo — repitió cuando Uryuu le dijo de nuevo que lo tendría que acompañar a una "negociación" con otra banda, o sea que iría a alguna nueva matanza en la que se vería envuelta. No, y que la golpeara todo lo que quisiera

- ¿Te pareció una pregunta?

- No me importa, mi respuesta es no. Esperaré en el departamento — por un segundo pudo jurar que vio su mano moverse y que la iba a abofetear en medio del lugar en que estaban desayunando. Pero Ryuuken lo sostuvo por el brazo, ganándose una mirada reprobatoria

- Ustedes dos tienen que dejar de llamar la atención, ya toda la aldea sabe que estamos aquí. Lo que menos necesitamos es un escándalo por un problema marital — ella no contestó aunque le molestó la expresión usada, solo comió otro poco de lo que tenía al frente antes de decidir que definitivamente había perdido el apetito. Tomó el vaso y se concentró en su jugo de naranja, de reojo podía ver a varias personas pendientes de ellos

- Bien, volveremos después del almuerzo y nos iremos hoy mismo a la guarida. Esta maldita aldea me tiene harto

- Como sea — dejó el vaso desocupado sobre la mesa y se levantó, siendo detenida por él que la agarró de la muñeca

- ¿Para dónde crees que vas? No he terminado de comer

- Para el baño ¿puedo? — soltó su agarre y ella se fue

Tenten estaba diferente desde que había regresado del viaje anterior, algo la tenía molesta y le contestaba más que antes a Uryuu. Aunque su hermano sonreía complacido la mayoría de las veces, por este hecho, pues igual ella seguía siendo obediente en casi todo lo demás. Pero no podía culparla por no querer ir a esa reunión que tenían en un rato, ni siquiera él quería asistir pues conocía perfectamente la habilidad diplomática de su hermano. Además que en esos meses ya estaba claro que ellos tenían ese territorio y su presencia ya no era discreta, muchos habían aprendido de la mala manera que si se ponían en el camino del líder este se los llevaba por delante sin importarle nada más, por lo que todos evitaban provocarlo.

Refunfuñó mientras caminaba y abrió la puerta que era de vaivén de un manotazo, si bien era cierto que llevaba todo ese tiempo sin dormir bien, la noche anterior había sido peor que de costumbre y se estaba muriendo de hambre mientras esperaba que el maldito hombre que nunca se levantaba temprano se despertara pues había dicho que irían los tres a desayunar. Y ahora aunque ya no tenía apetito seguía malhumorada, todo un día sola en esa aldea y ella había sido incapaz de encontrar una solución a su predicamento, sintiéndose además de todo una completa tonta inútil. Se vio en el espejo antes de inhalar profundo cerrando los ojos, necesitaba calmarse y recuperar su cabeza fría.

- Realmente eres tú — abrió los ojos, ella conocía esa voz. El espejo reflejaba al hombre de la otra noche, pero su corazón se aceleró al girarse para encararlo

- Ya ni siquiera se esfuerzan — contestó, ese no era su color de ojos ni su peinado. No había notado en que momento la habían metido en la ilusión, pero qué más daba si era otro genjutsu, se arrojó hacia él para abrazarlo con fuerza siendo correspondida de la misma forma. Cuánta falta le hacían esos brazos, respiró profundo y entonces su nariz se llenó del inconfundible aroma. No era una ilusión ¡de verdad era Neji! Asustada se apartó de inmediato — ¿Qué haces aquí?

El Clan KazirgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora