Maestra

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La primera persona que acudió a su mente para darle clases a Tenten fue Kurenai, pero estaba en una misión bastante extensa fuera de la aldea. Descartó a todos los hombres, aunque no descartaba del todo que Gai fuera quien le volviera a explicar a su propia alumna, pero acababa de irse de misión sin tiempo definido. Pensó en Shizune, tenía el carácter adecuado, los conocimientos, pero también era su mano derecha, si así no más su trabajo se acumulaba no quería imaginarse lo que pasaría en donde la perdiera aunque fuera por medio tiempo. No, lo sentía, pero esa opción tampoco iba a ser. De repente recordó que hacía poco se habían hecho las inscripciones para las pruebas de ingreso a maestro de la academia, se iban a abrir dos puestos por lo que varios shinobis se habían postulado, uno de los requisitos para poder ser tenido en cuenta en la posición era el saber tratar con niños y tener paciencia. El proceso de selección de los candidatos era por fases, por lo tanto no era un tema prioritario ni en que el que tuviera que involucrarse aún, así que el montón de papeles con el resumen de habilidades y misiones de los interesados estaba en una caja en alguna esquina de su oficina. No le fue tan difícil de encontrar, había veinte solicitudes.

Revisó por encima, eran catorce hombres, que dejó de lado. De las seis mujeres logró reducir las opciones a tres.

- Shizune, por favor cítalas en mi oficina para la tarde — la mujer observó las tres hojas

- ¿De verdad considera prudente hacer esto?

- Puede ser de utilidad para su recuperación — la pelinegra asintió — cuando estén aquí las tres las haces pasar.

~

Neji tenía los ojos clavados en un enorme libro, se veía molesto antes de cerrarlo y volver a dejarlo en el estante, ella había optado por dejar las novelas de lado e imitarlo, tomando un libro al azar con la historia de la aldea, al menos nada de lo que leía le parecía familiar. Se quedaron toda la mañana allí en silencio, cada uno sumergido en su propia lectura.

- ¿Quieres ir a comer algo? — habló él, observó el reloj y ya pasaba la una de la tarde

- No creo que soporte estar en un restaurante — contestó apenada — además tengo mi almuerzo en la maleta

- Voy a traer algo para mí, si estás de acuerdo podemos ir al tejado — ella asintió y lo vio irse.

Cuando regresó le mostró las escaleras que llevaban a una pequeña azotea que tenía el lugar y que la bibliotecaria no tenía problema en que usaran, con tal que se lavaran las manos antes de bajar para no ensuciar ningún libro. Se sentaron y comieron en silencio, Neji le entregó una botella de agua que ella agradeció, sacando los medicamentos para podérselos tomar. Él la acompañó hasta el departamento, aunque a la hora que se fueron ya había disminuido bastante la cantidad de gente que había en la calle. Antes de despedirse le comentó que necesitaba una copia de la llave pero no estaba segura de en dónde poder conseguirla, él dijo que podría encargarse y que iría un día de esos para ayudarla con el tema. Se empinó para darle un ligero beso en la mejilla antes de adentrarse en su departamento.

~

- Están aquí — avisó Shizune asomándose en la puerta, puso una última firma antes de indicarle que las hiciera seguir — por favor, pasen — tres mujeres ingresaron a la oficina y se quedaron de pie frente al escritorio porque solo tenía dos sillas

- Gracias, Shizune — le hizo señas de las carpetas que ya tenía listas para despejar un poco de espacio, la pelinegra sonrió satisfecha por ver que estaba poniéndose al día con el papeleo atrasado, le devolvió las hojas con los datos de las mujeres que había citado y cerró la puerta al salir — buenas tardes — las saludó

El Clan KazirgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora