El Clan Kazirga

Mesurado

Se despertó con un dolor de cabeza mortal, pero sorprendida por la ausencia de pesadillas en toda la noche, se sentía maravillosamente cálida se movió un poco en la cama, y entonces notó que no estaba sola, había un brazo sobre ella, giró la cabeza y pudo ver la cara de Neji a centímetros de la suya, aún dormido, le encantaba que estuviera en su cama pero no lograba recordar en qué momento había llegado allí, especialmente después de los días que llevaba sin entrar. Buscó en su borrosa memoria y lo último que acudía a esta era ella yéndose de su departamento, unos gritos diciéndole que saliera de dónde estaba y de repente todo se volvía negro ¿qué había pasado? Eso era justamente lo que le faltaba, auto-provocarse una laguna mental, y el hecho que él estuviera en la cama con ella solo en sostén ¿acaso por fin lo había logrado convencer de dar el siguiente paso? Imposible, se rehusaba a creer que olvidaría algo tan importante. Con cuidado puso una de sus manos en su mejilla y los ojos blancos se abrieron.

- Buenos días — la saludó

- Buenos días — contestó ella y pudo sentir su propio aliento ¿cuánto había bebido? — ya regreso — se levantó lo más rápido que pudo y fue al baño a cepillarse los dientes, revisando de paso el pequeño botiquín del baño para sacar una pastilla para el dolor de cabeza. Se lavó la cara, buscando así que su mente se centrara un poco en recomponer lo que había pasado en la noche, no se sentía diferente y además del dolor de cabeza que estaba empezando a menguar un poco, no veía cambios. Fue a salir de allí cuando cayó en cuenta que seguía solo en su sostén, abrió la puerta lo suficiente para asomar la cabeza y ver que la cama se encontraba perfectamente tendida mientras él estaba de pie acomodándose la camisa — Neji — llamó — por favor préstame una blusa, tercer cajón — hizo un movimiento con la cabeza para indicar que se refería al armario, le entregó la primera prenda que había — gracias — volvió a cerrar la puerta para cubrirse, mordiéndose el labio nerviosa mientras tomaba impulso para salir e ir a la cocina, al pasar por la sala reparó que la blusa del día anterior estaba en el suelo — ¿qué pasó anoche? — prefería saber de una vez

- Bebiste demasiado, eso pasó — le entregó la taza con el té que acababa de hacer mientras daba un ligero sorbo a su propio pocillo, ella se quedó en silencio solo soplando la bebida para que se enfriara — ¿qué recuerdas?

- Estábamos aquí compartiendo las tres, entrar a un bar, Sakura e Ino gritando desde afuera que saliera... y nada más — veía incrédula como él ya se había tomado todo el té aunque estaba demasiado caliente — Neji... ¿nosotros...? — sonrió burlonamente

- No — y el ver que ella no tenía idea sobre lo que hizo, le confirmaba que había hecho lo correcto al rechazarla — ¿estás lista para la lección de hoy? — después de todo era domingo, asintió — te veo en el campo de entrenamiento en una hora, debo ir a mi departamento primero

Se acercó a él, dejando por un momento la taza a un lado para estirarse y besarlo, en su cabeza empezaron a pasar imágenes de ella subida en su regazo seduciéndolo y él negándose por estar bajo el efecto del alcohol. Estaba segura que cualquier otro hombre en las mismas circunstancias no habría dudado en aprovecharse de la situación, pero no ese hombre frente a ella. Dejaría de preguntarse porque la detenía, pero no dejaría de besarlo, en ese recuerdo lo había visto claramente hacerle una promesa.

Lo primero que quiso hacer al salir del departamento de ella fue ir a buscar a las escandalosas de sus amigas, para darles una reprimenda por irresponsables, porque estaba totalmente seguro que la idea de beber no había sido de Tenten. Menos mal Hinata no había estado con ellas, dudaba que Hiashi tomara muy bien que su primogénita volviera a los terrenos alcoholizada a su corta edad y menos si consideraba que en el Clan no aprobaban el alcohol. Se fue a su propia vivienda para poder bañarse y cambiarse de ropa para volver a salir. La conversación con las dos mujeres quedaría para después pues estas vivían con sus respectivas familias y no pretendía ir a hacer un escándalo, aunque debería.