30 días otp ~ Riumba ~ Yaoi Hard

Duro contra el muro

17:00

– Timbaaaaaaa

– Sisisisisi, te voy a ayudar a limpiar, lo sé, lo sé.

Habían hecho un desastre en la cocina mientras intentaban hacer un batido.

– Fue tu culpa... – se lamentaba el pollo mientras hacía un puchero.

– ¿Mía? ¿Por qué?

– Pues porque tú decidiste dejar de aplastar la tapa de la licuadora cuando sabías que estaba mala.

– Bueno si, es mi culpa, lo admito.

Sacaron unos paños y comenzaron a limpiar. Cuando terminaron la cocina había quedado reluciente.

– Está mejor que antes del desastre. – dijo Timba.

– Sí, como nueva.

El mayor disimuladamente lo abrazó por la cintura.

– ¿Qué intentas?

– Nadap

– Mentira, quieres hacer lo mismo de ayer, lo veo en tus ojos. Si quieres puedo hacer lo mismo, ¿Eso quieres verdad?...

– No

– ¿No?

– No quiero que seas mi exclavo bebé, y menos uno sexual... sin embargo te comportas como uno.

– Perdón

– No lo hagas más pollito, soy tu novio, nada más.

– ¿Entonces que quieres?

– Tienes razón, quiero hacer lo mismo que ayer...

El mayor tomó a Rius de los muslos y lo cargó, apoyó la espalda de el menor en la pared.

– Te dejo hacer lo que quieras conmigo...

– ¿Estás seguro pollito?

– Sí Timbi.

Timba le quitó la ropa a su novio mientras lo besaba, fue dejando mordidas en el cuello del menor y bajó hasta su hombro. Se deshizo de su propia ropa y entró en Rius.

Por el otro lado el uke se mordió los labios, su novio se olvidó de lubricar.
Sus manos abrazaban la espalda del mayor y sus piernas todavía eran sostenidas por el otro. De pronto Timba lo bajó y lo dio vuelta, dejándolo con los brazos apoyados en la pared mientras el mayor hacía lo suyo por detrás. Las estocadas se profundizaron y fueron más bruscas.

– Ah~ T-Timba...

– Di mi nombre más fuerte bebé.

– ¡Timba!~ – Rius le estaba dando la espalda a su novio, quien aprovechó  para tomarlo suavemente del cuello y pegarlo más hacía el.

Le dio un chupetón a la desnuda espalda del menor para después sostenerlo y llevarlo a una cama.

– Algo me dice que ya no puedes caminar.

– Me quedaré aquí un ratito.

– Como gustes.

El peliazul lo dejó tapado y se fue a duchar.