Con los pies en la tierra

8.1K 401 108
                                    


Anteriormente...

– Hha~ Tim-bi~ – se le entrecortó la voz un poco y apoyó su cabeza en la de Timba que seguía en su cuello.

– Ssht, solo disfruta... – simuló estocadas y se pegó más a él.

N/A: como soy cruel aki lo dejé, pero mejor continuemos para que no me maten a palazos :'v

Timba dejó que su novio se apoyara ligeramente en su pecho mientras el jugaba con sus dedos dentro de él.
Una de las manos del menor se deslizó hasta el pantalón del peliazul y lo empezó a bajar.

– Me encanta cuando haces eso pollito. – dijo el mayor.

Rius respondió con un gemido.
El mayor sacó los dedos, se había asegurado de lubricar bien al peliblanco, no quería pasar a hacerle daño por accidente.
Cómo el otro ya había hecho parte del trabajo solo tuvo que quitar su bóxer y entrar lentamente en su novio.

– Ahg~ Ghah~ – se le erizó la piel al sentir las estocadas de parte del peliazul.

El peliblanco abrió ligeramente la boca para jadear mientras su novio aumentaba el ritmo.

– Bebé~ – se le escapó un gemido de excitación a Timba. Subió la velocidad, pero no demasiado ya que no estaban afirmados de nada, sólo eran ellos apoyados uno en el otro.

– Timbi~ d-dame más...

– ¿No te duele? – detuvo las estocadas.

– No parecías muy preocupado por eso el otro día. (Leer seme ebrio)

– Perdóname, no quiero hacerte daño.

– Ya sé amor, no me duele. – le dio un tierno beso al mayor.

El peliazul lo abrazó del cuello y le dejó unos besos en la cara mientras se movía lentamente dentro suyo. Después sus manos bajaron a la cintura de Rius.
Aumentó el ritmo y al peliblanco no le quedó de otra que afirmarse de unos estantes que había en la cocina.

– Hah~ ...Mhhgh~ – cerró los ojos para disfrutar más del placer.

– Me vengo, ah~ mi poio~ – se corrió dentro de él y salió unos minutos más tarde. – ¿Te llevo a la cama?...

– N-No – hizo una mueca, no estaba conforme. Se acercó en busca de un beso que no le costó conseguir.

– Pensé que habíamos terminado bebé.

La camisa que Timba todavía llevaba fue arrancada.

– Mi camisa favorita, que malo. – sonrió ya que le había hecho gracia y empezó una guerra de lenguas mientras su novio le hacía un masaje a su pecho.

Disfrutaba el contacto de las manos del menor en su piel. Lanzó un gemido grave y placentero cuando Rius se autopenetró. Luego de un rato jugando se cansaron y se durmieron.

30 días otp ~ Riumba ~ Yaoi HardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora