Seme levemente celoso

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– Amor, ve y lávate con agua caliente para que se te pase. – el mayor estaba un poco preocupado ya que Rius andaba cojeando y a veces perdía el equilibrio.

– Ok, pero después tenemos que ir al colegio.

– Te tomarás este día también.

– ¿¡Por qué?!

– Así tú al colegio no te me vas, iremos hoy a dar explicaciones pero empezarás mañana otra vez.

– Ok... Na que hacer. – se fue al baño a ducharse casi por quinta vez.

Cuando volvió ya estaba mejor, pero aún cojeaba, por lo menos ya no se caía.

– ¿No tienes que ir a la universidad?

– Pediré la materia, quizás me la den, quizás no, pero da igual, me quedaré a cuidarte bebé.

– Gracias Timbi.

– Vamos, sube al auto.

– Ok

Llegaron al colegio en unos minutos, Timba le ayudó al menor a bajarse y este último lo llevó a la oficina de su profesor.
Tocaron la puerta y los recibió un hombre de aspecto joven, de cómo 25 años y pelinegro.

– Hola señor Stones.

– Hola Rius, hola...

– Llámeme Timba. – si a su pollo lo llamaba por su apodo porque no a él.

– Pasen

Rius no tardó en sentarse en una silla, gesto que no pasó desapercibido.

– Supongo que vienes a decirme porque faltaste Rius.

– Si, de eso veníamos a hablar.

– Me imaginé.

Timba tomó la palabra, después de todo era lo que habían acordado, el daría las explicaciones.

– Siento que Rius haya faltado señor Stones. – había entendido que así se llamaba, iba a continuar cuando el profesor lo interrumpió.

– ¿Es usted el encargado de cuidar de Rius? – alzó una ceja.

– Pues... – miró a su pollo y pensó unos segundos, claro que lo era, era mayor de edad por lo tanto podía hacerlo, además quién más lo haría. – Si, yo cuido de él.

– Impresionante, ¿Cuantos años tiene?

– 19

– ¿Usted no va a la universidad?

– ¿Que le importa?

Rius lo golpeó con un pie por debajo de la mesa.

– Disculpe señor Stones, mi novio es un poco...

– No te preocupes Rius. – al pelinegro le hizo gracia. – mejor sigamos hablando de porqué faltaste, admito que me distraje un poco.

– ¡Pues seguiré con lo que estaba diciendo antes de que me interrumpa! – dijo el peliazul – decía que Rius no había podido venir porque tuvo un pequeño contratiempo y se quedó en casa para mejorarse.

N/A: quédense en casa señores Bv

– ¿Y por eso está cojeando?

Rius se puso nervioso.

– Pos si, que tuvo un contratiempo le estoy diciendo.

– ¿Que tipo de contratiempo?

– Se calló en bicicleta.

– ¿Quieres que te revise Rius? Yo iba a ser doctor pero preferí ser profesor a a último momento.

– Ok

Timba respiró profundo, intentando no perder la paciencia con el profesor metiche hijo de pvt4.

– Separa un poco las piernas las tienes demasiado apretadas. – le tocó los muslos, sintiendo la tensión.

– ¡Quítese de ahí, mi novio no necesita un doctor! Gracias, ¡Adiós! – tomó al menor y lo sacó de la oficina, dando un portazo a su paso.

– Sabes, no te regañaré, pero no más celos, el quería ayudar.

– Perdón, pero no dejaré que te toquen tanto.

– Ya, ya, no me hizo nada.

– Pudo hacerlo, sabes, no importa, ya hicimos lo que veníamos a hacer, ahora sólo vámonos.

– Ok, cómo quieras amor.

30 días otp ~ Riumba ~ Yaoi HardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora