30 días otp ~ Riumba ~ Yaoi Hard

Salida con amigos

– ¿Primer día de colegio bebé?

– Si... No sé si...

– Ya hablamos de eso, yo estaré para ti mi poio.

– Ok, te quiero. – le dió un besito.

– Yo también. – Terminaron de desayunar y se lavaron los dientes.

El mayor lo fue a dejar al colegio como habían acordado.

– Nos vemos más tarde amor. – se despidió Timba dándole otro beso.

– Si, chau.

El peliazul se fue. Rius respiró profundo e ingresó por las amplias puertas.
Llegó a su salón y nada más cruzar la puerta fue recibido por varios abrazos, pero lo más increíble es que esos abrazos venían de personas que el creía muertas.

– ¡Rius! ¡Te extrañamos pollo! – algunos lo saludaron.

– Yo... Mike... Trolli... – estaba sin habla.

– ¿Qué? ¿Pasa algo? – preguntó Raptor

– Pensé que... Estaban muertos...

– ¿¡Muertos?! ¡Que pedo! – Sparta estaba desconcertado.

– Eso mismo, ¿Que pedo? – quería saber Víctor.

– Mi ex, dijo que los había matado a todos.

– Oh, si que mataron a personas de nuestro mismo salón, pero no ha nosotros, si el objetivo éramos nosotros se equivocaron. – dijo Mayo.

Rius los abrazó por segunda vez.
El maldito se había equivocado, aunque también se sintió mal por las personas que habían muerto, eran inocentes y su muerte era culpa suya.

– Tenemos que salir, quiero pasar tiempo con ustedes chicos.

Los demás no se negaron.

– Voy a traer a mi novio también.

– ¿Novio? – preguntó Mike.

– Sip

N/A: ellos no sabían por lo que Rius había pasado, sabían que había tenido novios pero de los maltratos nada.

– Felicidades Rius. – celebró Jon.

– Gracias

Unas horas más tarde las clases terminaron, se despidió de los chicos y quedó en encontrarse con ellos es un restaurante. Se quedó esperando unos minutos que llegue Timba, que no tardó mucho en aparecer. Se subió al auto.

– Hola de nuevo mi poio.

– ¡Hola!

– ¿Andas de humor? – preguntó pisando el acelerador.

– Sip, mis amigos están vivos.

– ¡¿Todos?! ¡Que suerte bebé!

– Que le haya errado en todos es sorprendente.

– Por lo menos a uno que se haya echado ¡Pero no!, no tenía muy buena memoria al parecer.

– Para nada. ¿Quieres venir con nosotros? Nos juntaremos a almorzar.

– ¿En serio? Y yo que tenía planes para nosotros bebé.

– Uy, perdón amor, si quieres puedo...

– ¡Nada! ¡No vas a cambiar nada! Vamos a ir los dos a almorzar con ellos, no les canceles.

– Que bueno que eres.

– Todo por ti, además... Podemos desarrollar esos planes más tarde...

– Me imagino de lo que se trata.

Llegaron a la casa, se bajaron del auto y abrieron la puerta para entrar.

– ¡Voy a ir a cambiarme ropa!

– ¿No crees que el tiempo alcanza para algo?... Cortito...

– Nu amor, ya dijimos que en la tarde.

– Joooo, no se vale.

– Je, perdón, pero ahora no, que no quiero tener que ducharme.

– Ok, pero después no te salvas, ah, y por cierto, ha acumulado otra deuda.

– Uh nu, señor Timba enséñeme a hacer buenos negocios para no endeudarme.

– Me conviene que se endeude usted, así que no.

Rius rió y se fue a cambiar sin hacerle más caso.
Volvió con su típico polerón amarillo con rayas negras en los brazos una camiseta blanca y un pantalón negro.

– Te vez lindo mi poio, demasiado lindo... – le dio unos besos y el menor se molestó porque lo había empezado a despeinar.

– ¡Mi pelo!

– Ay si, perdón, ya no te toco, lo juro.

– No parece creíble.

– Hablo en serio.

– Pos te creeré.

Timba lo llevó al restaurante, los demás no habían llegado así que se sentaron juntos. No demoraron en aparecer.

– Hola – saludaron los novios al mismo tiempo.

– Uuuuhh, ¿Este es tu novio Rius? – preguntó Mike mientras lo analizaba.

– Sip

Todos se sentaron en la mesa. Almorzaron conversando amigablemente entre todos, el peliazul igual quería conocer a los amigos de su novio. No le tomó mucho tiempo catalogar a todos como buenas personas, realmente le agradaron, en especial Trolli, intercambió números con algunos.

Lo único malo, es que se le pasaron un poco las copas y quedó durmiendo apoyado en Rius que seguía conversado animadamente.