30 días otp ~ Riumba ~ Yaoi Hard

Reconciliación + en el piso (parte 2)

21:00

Luego de pasarse todo el día por ahí y por allá, el mayor volvió a la casa. Cómo prometió, le daría tiempo hasta mañana para elegir si se quedaría con el o no, estaba impaciente. Fue al living a apagar la única luz que estaba prendida, pero se encontró a Rius durmiendo en el sillón.

– ¿Pollito? – sintió el impulso de llevarlo a su cama, no quería que se enferme durmiendo ahí solo y destapado.

Los brazos del peliazul rodaron al menor, que se despertó con el toque.

– ¡Timba! – estaba sorprendido, pero le dedicó una sonrisa.

– Rius, yo... No es lo que parece...

– Shsst, dame un besito Timbi.

– ¿Un besito? ¡¿Ya decidiste pollo?!

– Sí, quiero estar contigo, prefiero dejar las cosas del pasado atrás, además tú eres diferente.

El mayor lo abrazó con fuerza y lo besó.

– Gracias mi poio... Una pregunta.

– ¿Sí?

– Estamos como antes, ¿No? Igual de bien me refiero...

– Nope, estamos mucho mejor.

Al principio se había asustado, pero al procesar las palabras Timba lo tomó en brazos, feliz de recuperar a su novio.

– ¿Que pasó con ya sabes quién? – preguntó el menor.

– Cadena perpetua, no lo volverás a ver, y lo mismo les espera a los demás. El otro les dio los nombres, no tardarán en ser encontrados.

– Que bueno...

– Sabe, creo que usted se ha vuelto a endeudar.

– Al parecer no sé hacer negocios señor Timba, disculpe mi falta de experiencia.

– Se me hace imposible disculparlo sin que me haya pagado.

– Diablos, pues tendré que pagar.

– Creo que no le queda opción.

El mayor que seguía sosteniendo a Rius, que tenía las piernas abrazando la cadera de su novio, los apoyó a los dos en la pared, para después deslizarse hasta llegar al suelo.
Timba le levantó la polera de pijama que tenía en ese momento, la espalda del menor hizo contacto con la fría madera del piso flotante.

Bajó hasta la cadera del menor y dejó chupetones y mordidas ahí, después subió un poco más hasta chupar los pezones del contrario.

– Nhh~ D-dame más, quiero más~

En un intento de complacer a su pollo le bajó los pantalones y chupó su miembro.
Lo llenó de saliva mientras sus manos se apoyaban en el piso como si estuviera haciendo flexiones. Sintió como su novio se corría unas cuantas veces.

– Si que te corres rápido bebé. – se tragó todo y se lamió los labios.

– Ah~ quiero que entres... ¡Timbi!~

– A tus órdenes pollito.

Se quitó los pantalones y también su camisa para más comodidad. Se puso en cuatro sobre el y empujó su cadera hacia abajo para penetrarlo. Mientras, jugaba con la lengua del menor cuando a este se le escapaban gemidos que no hacían más que excitar a Timba.

Al rato intercambiaron papeles y ahora el peliblanco estaba en cuatro pero arriba del mayor, o sea, este último empujaba la cadera del otro hacia abajo para marcar el ritmo.

Pasaron horas jugando a su jueguito de “tienes una deuda” hasta que se cansaron y acabaron abrazados en el suelo.