30 días otp ~ Riumba ~ Yaoi Hard

En el sillón

Habían vuelto del centro, Rius probó su cargador, funcionaba perfectamente.

- No te gustó nada el men de la tienda ¿eh?

- A ti tampoco... ¿Cierto?

- Obvio que tampoco me gustó, pollo tonto. ¿Que creías?

- Nada

- Espera... ¿¡El sillón se puede transformar en cama?! - miró una tuerca que si la soltabas el respaldo se caía y quedaba plano.

- ¿No lo habías notado?

- No... Quiero dormir ahí yo.

- Es lo mismo.

- Hagámoslo se ve wenardo.

- Ok, no quiero dormir solito.

- Gracias pollito. - le dio un beso corto y fue a buscar unas frazadas y almohadas.

Mientras, Rius preparaba algo para comer.
Timba preparó el sillón, que quedó completamente plano.

- ¡Bebé, mira cómo quedó! - el mayor lo llamó.

El peliblanco entró a la sala.

- Está bien.

Timba se quedó mirando intensamente a su novio.

- ¿Por qué me miras así?... - se estaba poniendo nervioso. - ¿Quieres un Óscar o algo así?

- ¿Un Óscar al mejor novio?

- No tendrías que esforzarte demasiado para conseguirlo.

- Awww, mi poio... - el peliazul tomó el mentón del menor y lo acercó para besarlo dulcemente.

- Ya hice la comida.

- Tengo hambre... De ti... - el mayor junto sus caderas seductoramente.

- Deja eso para más tarde Timbi.

- Ok, pero después no podrás escaparte bebé...

- No tengo deseos de escaparme tampoco.

Fueron a comer lo que había preparado Rius.

- Si yo me merezco un Óscar al mejor novio, tú te mereces uno al mejor cocinero.

- Aprendí a cocinar así en un curso de gastronomía.

- ¿A que edad?

- 14 años.

- Interesante... Dime algo, ¿Cuántos novios has tenido hasta ahora?

- Unos 7...

- Cuéntame un poco más. - Timba tenía demasiada curiosidad.

- Pues... El primero era un asco, el segundo no era mejor que el anterior, el tercero era una muy mala persona, el cuarto fue bueno al principio pero después lo detestaba, el quinto me engañaba con cada cosa que se movía, el sexto llegó incluso a golpearme en varias ocasiones.

Timba apretó los puños por debajo de la mesa.

- ¿Y el séptimo?

- El séptimo fue maravilloso, lo mejor que me ha pasado...

- ... ¿Cómo se llama? - se puso celoso.

- Timba

- ¡Pollo! ¡No me asustes así!

- Perdón

- Así que soy maravilloso, ¿eh?

- S-Si...

- Dime porqué. - dejó de comer y se quedó observando al menor.

- ¿Cómo que por qué? Lo eres y ya está.

- Se más específico.

- Lo eres porque... - se tomó unos segundos para pensar. - siempre me haces reír, me cuidas, eres lindo conmigo, no me andas engañando por ahí y sobretodo, porque te amo.

- Puras cosas lindas salen de esa boquita. - estiró una mano y acarició los labios de su novio con sus dedos.

Terminaron de comer, fueron a lavarse los dientes y se acostaron.
Al principio gastaron el tiempo conversando de cualquier cosa.

- Tienes una deuda pendiente conmigo.

- ¿Que deuda señor Timba?

- ¿Se acuerda usted de que le dije que tenía hambre?

- Como olvidarme de eso señor.

- Pues sigo con hambre.

- ¿Cómo podría solucionar yo ese problema señor?

- Tengo una idea de cómo podría hacerlo... - el mayor rodó hasta el cuerpo de su novio y le besó, explorando con su lengua la boca del otro.

Poco a poco el beso pasó a ser otra cosa y de un segundo a otro ya estaban completamente desvestidos.
El peliazul lubricó con sus dedos la entrada de Rius y entró lentamente.

El menor echó su cabeza para atrás dejando al descubierto su cuello, Timba se aprovechó de esto y empezó a lamer y a chupar esa zona al mismo tiempo que lo penetraba.

Rius sentía que estaba en el mismísimo cielo, lanzaba gemidos que Timba sentía salir ya que estaba besando su cuello. El mayor se corrió dentro y se salió.

- Una deuda más pagada señor Timba. - dijo Rius entre leves jadeos.

- Intente endeudarse conmigo más seguido.

- Eso haré.