Capítulo 18

320 42 11
                                    

- Y esta es la sala principal – señaló a su alrededor – todo con productos genéricos, solamente la madera necesita trato especial, más tarde te mostraré como limpiarla, ¿alguna duda? –

- Hasta ahora no –

- Eres rápido. Vas a agradarle mucho a la señora Lee – sonrió – vamos, te mostraré las habitaciones –

- Cariño – llamaron tras él - ¿este es el chico nuevo? –

- Hola, Tae – besó su mejilla – sí, es Hyunjin –

- Hyunjin – repitió el mayor, extendiendo su mano – soy Lee Taeyong. Él – señaló al que llegaba con él – es mi amigo Kim Jungwoo. Lo verás mucho por aquí –

El menor asintió sin perder de vista al más alto, apantallado.

- Iré a mostrarle el resto de la casa. Los veré en la cena – anunció el moreno.

- Claro. Jungwoo y yo estaremos en el estudio – dijo despidiéndose del par, quienes subieron por las escaleras.

- ¿Él es el hijo mayor de los señores? – interrogó el empleado.

- Lo es, pero sólo estará aquí hasta que terminen de vender su antiguo departamento y compre uno nuevo – recordó alegre – tal vez un mes más –

- Y el otro, ¿viene mucho? –

Donghyuck lo miró divertido.

- Sí, es amigo de los chicos – sonrió – es lindo, ¿no? –

- Lo es – asintió tímido.

- Deberías hablarle – animó – pero hazlo luego, tenemos mucho que hacer hoy –

- Por supuesto –

- Y bien, esta es la libre.... Oh por Dios, lo siento tanto – dijo cubriendo sus ojos.

- ¡Donghyuck! – se quejó el otro, acomodando su pantalón.

- Yo... - frunció el ceño – espera, eres tú quien tiene que dar explicaciones –

- Estamos saliendo, ¿bien? – cubrió al sonrojado chino con su cuerpo – pero no veo que ese sea tu problema. O del chico, sin ofender –

- No hay problema, señor – hizo una reverencia – Hyunjin, un gusto –

- Mark – se presentó – él es mi novio, Chenle –

- ¿Desde cuándo? – interrogó el moreno.

- ¿Ahora tengo que darte explicaciones? –

- Cuida tu tono – advirtió un recién llegado, asomándose por la puerta – y sí, tienes que dar explicaciones –

- Tae – llamó nervioso.

- Es mejor que nos vayamos – se excusó Donghyuck, tomando al empleado del brazo para arrastrarlo consigo, desapareciendo por el pasillo.

- Y-yo, no sé por dónde empezar –

- Por el principio – se apoyó en el marco de la puerta, mirando su reloj – tenemos tiempo –

Estarían ahí un largo rato.









Habiendo recorrido toda la casa, volvieron a la planta baja para pasar al recibidor.

- Sobre lo que viste – murmuró Donghyuck, incómodo.

- No es problema, señor –

- Dios – bufó – deja de llamarme así, somos iguales. Sólo dime Haechan –

ForbiddenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora