- ¿Quieres callarte? – susurró el menor – estoy tratando de escuchar algo –
- Si quisieran que escucharas no nos habrían echado al jardín – espetó Chenle con la boca llena.
Estaban escondidos tras la ventana, devorando ansiosamente la pizza que el chino había ordenado minutos atrás a sabiendas de que se avecinaba un problema.
- ¿Por qué lo hiciste, Joy? – preguntó la señora Lee.
- Fue un acuerdo. Yo necesitaba promover mi carrera en el modelaje, así que Taeyong me pidió que pasara por su novia, y él me invitaría a todas las galas a las que asistimos juntos –
- ¿Lo sabías? –
- Sí, señora. Lo siento mucho –
- ¿Donghyuck? – llamó el hombre mayor - ¿tienes algo que decir? –
El moreno negó, colgándose aún más del cuerpo de Mark, quien lo abrazaba protectoramente, dispuesto a enfrentar a cualquiera que lo llegase a ofender.
- Hijo – murmuró su madre al mayor de los hermanos - ¿por qué? –
- Quería estar con Donghyuck – aseguró – estamos juntos desde hace un par de años –
- ¿Y por qué no lo dijiste antes? –
- Por que sabía que no lo aprobarían. Por eso quería tener un mejor departamento, para poder llevarlo conmigo y que la gente lo viera como alguien más que un empleado en mi vida –
- ¿Y por qué ahora? – preguntó Mark con ojos furiosos.
- No quería romper más su corazón – lo miró – siento mucho haberte hecho pasar por esto, cielo –
El sonrojado mozo solamente le dedicó una mirada enternecida.
- Bien – dijo su padre, llamando la atención de todos – supongo que esto es todo. Joy, gracias por venir – extendió la mano de la chica.
- Papá... – Taeyong se acercó a él.
- No digas nada, no hay nada que decir – interrumpió – hablaremos mejor mañana, durante el desayuno –
El pelinegro asintió de acuerdo.
- Espero verte en la mesa, chico – dijo a Donghyuck quien le sonrió tímidamente, antes de girarse a la joven para ofrecerle su brazo - ¿Joy? –
- Hasta luego, chicos – se despidió caminando fuera del comedor junto al padre.
- Duerme bien, mi niño – dijo la señora Lee, apretujando la mejilla de su ahora yerno, antes de seguir los pasos de su esposo.
- Vaya – murmuró Chenle aún desde su posición – eso salió bien –
Jisung soltó una risita incrédula.
- ¿Y dices conocer a mi hermano? –
- ¿Qué? –
- Donghyuck, termina de servir la comida – pidió Mark, atrayendo la atención de los dos menores nuevamente – estaremos aquí un largo rato –
Tenían mucho que explicar.
¿Era muy pronto para llamar a SiCheng?
La respuesta era "sí", pues el chino aún se encontraba en turno.
¿Eso le impediría a Yuta intentarlo?
Por supuesto que no.
Decidido, caminó a la terraza común para tener algo de privacidad y aire fresco.
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Forbidden
Hayran KurguNo se supone que, cuando se te prohíbe algo, quieras hacerlo con más ganas. Mucho menos que lo aceptes como reto. Bueno, a Chenle, Jungwoo, Yuta, Jaemin y Taeyong eso dejó de importarles hace mucho tiempo. ⚠️ Ships sorpresa y medio (muy) amorfos ⚠️