Capítulo 16

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- ¿Quieres callarte? – susurró el menor – estoy tratando de escuchar algo –

- Si quisieran que escucharas no nos habrían echado al jardín – espetó Chenle con la boca llena.

Estaban escondidos tras la ventana, devorando ansiosamente la pizza que el chino había ordenado minutos atrás a sabiendas de que se avecinaba un problema.

- ¿Por qué lo hiciste, Joy? – preguntó la señora Lee.

- Fue un acuerdo. Yo necesitaba promover mi carrera en el modelaje, así que Taeyong me pidió que pasara por su novia, y él me invitaría a todas las galas a las que asistimos juntos –

- ¿Lo sabías? –

- Sí, señora. Lo siento mucho –

- ¿Donghyuck? – llamó el hombre mayor - ¿tienes algo que decir? –

El moreno negó, colgándose aún más del cuerpo de Mark, quien lo abrazaba protectoramente, dispuesto a enfrentar a cualquiera que lo llegase a ofender.

- Hijo – murmuró su madre al mayor de los hermanos - ¿por qué? –

- Quería estar con Donghyuck – aseguró – estamos juntos desde hace un par de años –

- ¿Y por qué no lo dijiste antes? –

- Por que sabía que no lo aprobarían. Por eso quería tener un mejor departamento, para poder llevarlo conmigo y que la gente lo viera como alguien más que un empleado en mi vida –

- ¿Y por qué ahora? – preguntó Mark con ojos furiosos.

- No quería romper más su corazón – lo miró – siento mucho haberte hecho pasar por esto, cielo –

El sonrojado mozo solamente le dedicó una mirada enternecida.

- Bien – dijo su padre, llamando la atención de todos – supongo que esto es todo. Joy, gracias por venir – extendió la mano de la chica.

- Papá... – Taeyong se acercó a él.

- No digas nada, no hay nada que decir – interrumpió – hablaremos mejor mañana, durante el desayuno –

El pelinegro asintió de acuerdo.

- Espero verte en la mesa, chico – dijo a Donghyuck quien le sonrió tímidamente, antes de girarse a la joven para ofrecerle su brazo - ¿Joy? –

- Hasta luego, chicos – se despidió caminando fuera del comedor junto al padre.

- Duerme bien, mi niño – dijo la señora Lee, apretujando la mejilla de su ahora yerno, antes de seguir los pasos de su esposo.

- Vaya – murmuró Chenle aún desde su posición – eso salió bien –

Jisung soltó una risita incrédula.

- ¿Y dices conocer a mi hermano? –

- ¿Qué? –

- Donghyuck, termina de servir la comida – pidió Mark, atrayendo la atención de los dos menores nuevamente – estaremos aquí un largo rato –

Tenían mucho que explicar.









¿Era muy pronto para llamar a SiCheng?

La respuesta era "sí", pues el chino aún se encontraba en turno.

¿Eso le impediría a Yuta intentarlo?

Por supuesto que no.

Decidido, caminó a la terraza común para tener algo de privacidad y aire fresco.

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