Capítulo 22

314 41 4
                                    

Jaemin caminaba distraído por los pasillos de su casa cuando notó a su hermano en el estudio.

- ¿Nunca dejas de trabajar? –

- No – respondió con los ojos en la pantalla.

- Deberías salir, no sé, con tu novio –

- Le dije que podía venir – tarareó con el ceño fruncido – pero dijo que no quería estar conmigo hasta que terminara –

- ¿También le teme al Yuta de los malos hábitos? – bufó – pero si eres sólo un gatito –

- Ya que estás aquí perdiendo el tiempo – gruñó – usa por una vez tus conocimientos de mercadotecnia para ayudarme con una campaña de empleo –

Retrocedió unos centímetros para sacar un papel de su cajón y extendérselo al menor, antes de volver a su trabajo.

Jaemin primero revisó la imagen. Los colores estaban bien, la fuente de la misma forma.

La información era clara, concisa y...

- Yuta – murmuró.

- ¿Puedo publicarlo ahora? ¿Crees que haya muchos enfermeros que quieran el puesto ahí fuera? – lo miró - ¿conoces alguno? –

- Yo... - sonrió – esto es demasiado –

- Tiene que presentarse lo más pronto posible – tecleó un par de cosas en su computadora – urge el personal médico en el almacén –

- Esto es muy generoso – puso el papel sobre el escritorio – pero me dijo que quiere estudiar comercio en la universidad. No creo que acepte el empleo como enfermero –

- Jaemin – llamó exasperado - ¿acaso no sabes nada de mi empresa? Sólo dame su maldito nombre y estará en el programa de becas a más tardar la próxima semana, apenas iniciado el semestre –

- La admisión... -

- Los malos hábitos, niño – sonrió de lado.

Jaemin lo miró boquiabierto antes de correr hacia él y lanzarse a su regazo para abrazarlo con fuerza.

- Estoy trabajando –

- Te amo – besó su sien – gracias por esto –

- Pesas mucho, mocoso – rió, palmeando su espalda – ve a llamarlo, necesito sus papeles cuanto antes –

- Enseguida – dijo apresurándose a cumplir la orden.

Yuta miró sonriente la puerta por donde su hermano había salido.

Le hacía feliz verlo feliz.











- Esto es muy emocionante – canturreó Mark, saltando en su lugar.

- No lo es – gruñó Jisung – ¿crees que se molesten? –

- No lo sé – admitió – no he escuchado nada extraño desde hace una hora –

- ¿De qué pueden estar hablando? – comenzó a frotar sus manos – me estoy poniendo nervioso –

- ¿Cómo es que no me di cuenta? – murmuró Chenle, mirando por la ventana.

- ¿Quieres superarlo? – pidió su amigo – te necesito aquí. Ahora –

- No puedo. Es increíble que no lo notara –

- Tal vez estabas ocupado conmigo – dijo Mark – no es algo extraño que no lo percibieras –

- Pero es mi mejor amigo –

ForbiddenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora