En el pasillo del noveno grado, a la hora del almuerzo.
¡Wanda, vuelve aquí! - Gritaron dos chicas desde la distancia.
Una chica castaña corrió por el pasillo sin mirar atrás, inhalando y exhalando pesadamente con cada paso que daba. Pasó corriendo junto a todas las personas que se agolpaban en los pasillos, empujándolos para intentar escapar de las voces que la llamaban detrás de ella. Se detiene en seco y mira un salón de clases que estaba oscuro y sin gente, aunque estaba lleno de escritorios y libros de texto viejos. Abre la puerta y se desliza adentro, cayendo de rodillas y cerró la puerta.
¡¿A dónde se fue?! - Gritó una chica.
Ella no pudo haber ido muy lejos - Respondió la otra chica.
Hablaron de un lado a otro hasta que corrieron en la otra dirección.
Wanda cerró los ojos y exhaló. Se acercó lentamente a la ventana de la puerta y miró hacia afuera para ver que se habían ido por completo.
Probablemente volverán. Entonces, supongo que me quedaré escondida como todos los almuerzos - Pensó Wanda.
La castaña se acercó a unos de los escritores y se sentó, se llevó una mano a la mejilla e hizo un puchero.
Wanda: No es justo. ¿Por qué tengo que ser intimidada? - Soltó un suspiro - Oh, bien. Al menos puedo divertirme con mi pasatiempo favorito - Dijo alegremente y metió su mano en los bolsillos de sus jeans y sacó algo - ¡Mis tazos de Pokémon! Me encanta jugar con mis tazos favoritos, incluso si tengo que jugar sola. Pues bien... - La castaña se asustó cuando escuchó un ruido. Se puso de pie y se agarra los brazos a los costados. Se da la vuelta lentamente y mira en la dirección de donde vino el ruido. No había nada, excepto el escritorio de un viejo profesor. Wanda se acerca de puntillas, un paso silencioso a la vez. A medida que se acercaba más y más, más sudor le corría por la cara. Un gemido resuena débilmente en sus oídos, se detiene justo enfrente del escritorio - Hey, ¿Hay alguien? - Preguntó nerviosa. No hubo respuesta. Ella infló su pecho y caminó alrededor del escritorio lentamente y asomó la cabeza, y notó algo de pelo castaño.
La persona volteó hacia ella y abrió mucho los ojos.
AHHH! - Gritó fuerte. Se acurrucó en una bola y comenzó a sollozar - Por favor, no me lastimes - Dijo asustado.
Wanda: Uh... - Dijo con una ceja levantada - Espera un minuto. Eres ese chico nuevo, el chico que fue transferido a nuestra escuela para chicas - Dijo sorprendida.
El chico la miró y respondió: Sí... ese soy yo. ¿Qué pasa con eso?
Wanda: Eso es tan cool. Nunca pensé que vería el día en que tendríamos un chico en nuestra escuela. ¿Cómo sucedió eso? - Preguntó intrigada.
Hubo una confusión. Se suponía que mi hermana Teresa iba a asistir a esta escuela, pero mi tía se equivocó con los papeles. En realidad, es una larga historia en la que no tengo ganas de contar - Dijo desanimado.
Wanda: Bueno, es un placer conocerte, mi nombre es Wanda Maximoff - Dijo con una sonrisa.
Peter Parker - Dijo con una sonrisa y se levantó del suelo.
Wanda: Bueno, Peter. ¿Por qué te escondes en esta habitación? Pensé que nadie había entrado aquí debido a los rumores de fantasmas - Dijo un poco asustada.
Peter: me escondo de las bravuconas - Dijo asustado.
Wanda: ya lo entiendo todo - Dijo desanimada.
Peter: ¿Qué cosa? - Preguntó confundido.
¿Por qué no hemos revisado esta habitación antes? - Dijo una voz desde afuera. Las sombras se acercaron a la puerta y agarraron la manija de la puerta, la giraron lentamente.