El humano y el alfa [yaoi/gay](omegaverse)

Capitulo 10: Guerra fría.

Narra Elian.

Phebie no dejaba de correr por el pasillo, hasta que dejamos al señor Peter atrás se detuvo y soltó mi brazo.

- Maldita sea hace calor aquí - se quejo quitándose la chaqueta y poniéndola en el suelo con desinterés.

- Si, aquí siempre es agradable - Dije recobrando la respiración.

Mire la chaqueta mientras ella continuaba caminando, la tomé y la colgué en mi brazo caminando tras de ella.

- Valla si que es apuesto, aunque eso no le quita lo imbécil - Dijo ella arrugando el mentón.

- Supongo - dije casi audible mientras la seguía - está es mi habitación - señale la puerta blanca.

- oh pues descansemos ahí - sonrió ella abriéndola y pasando mirando la habitación con detalle fugando su vista en el armario.

Se acercó a el abriéndolo.

- Bonita ropa - saco el labio inferior haciendo una mueca rara - ¿Por que traes esas fachas entonces?

Señaló mi ropa, era verdad que procuraba no usar ropa que pareciera costosa.

- No quiero ser oportunista - Ella me miró sin poder creerlo.

-¿Oportunista? ¿Te parece eso? Nos mantienen encerrados, nos deben practicamente el tiempo de nuestra juventud - Dijo sacando ropa y poniéndola en la cama - Además esto tal vez no dure, escuché que estaban cerca de lograr que se desliguen de nosotros - Dijo tomandome por sorpresa.

-¿Dónde lo escuchaste?- pregunté con voz baja tratando de ocultar cierta tristeza.

- Ayer un sujeto fue a decirle al apestoso que me tiene encerrada, que el alfa ya estaba buscando una solución, y que estaban cerca, luego me informaron que vendría aquí.

Me quede en silencio mientras ella escogía un conjunto, me lo tendió y sonrió de oreja a oreja.

- Tomemoslo como una celebración y vístete bien, pidamos unos tragos- Tome el vestuario devolviéndole la sonrisa.

...

Ambos nos encontrábamos en la sala, nos sirvieron en unas copas un vino bastante dulce y aperitivos, Ya con un poco de alcohol en las venas me sentía más confiado.

- Cielos de haber sabido que estaría aquí encerrado, abría estado con más chicas - Dije soltando una risa.

- Yo Supongo que habría gastado mi beca en un viaje, tal vez nos maten para desligarse.

- morir sería una buena opción, no tengo por el cual volver - me tomé el líquido de la copa de un trago y me servi mas.

- Supongo que yo tampoco - sonrió amarga - Uso a mi novio de escusa para no rendirme, sin embargo se que tiene a alguien más.

Sus ojos se apagaron un segundo pero luego sonrió y me miró a los ojos.

- Deberíamos intentar escapar juntos - Dijo ella con seriedad con voz un poco baja.

- Supongo que si, no sería mala idea - De toda maneras ellos querían desacerse de nosotros.

...

Paso la tarde y por la ventana veía como se llevaban a Phebie con los ojos vendados en un auto negro, mientras se desaparecía entre la vereda.

Me despegue de la ventana y camine por el pasillo, mirando a Peter en medio.

Abrió la boca para decir algo, sin embargo me acerque a el besándolo con desesperación.

El alcohol en la sangre no ayudaba a ser discreto con mis sentimientos y el como me sentía al saber que probablemente ya no lo vería más.

El de inmediato correspondió el beso cargando me y poniendo mis piernas al rededor de su cintura.

Nos llevó a mi habitación la cual era la más cercana y me posicionó en ella sin dejar de besarme, desabrochonando mi camisa.

Paso su mano por mi torso deteniéndose en mi pezón y pellizcandolos.

Soltaba suspiros y acariciaba su espalda con desesperación, succionaba y lamía su cuello haciendo que gruñera.

Me quito el pantalón posicionándose entre mis piernas rozando nuestros miembros.

Seguido se quitó los pantalones y los boxers, dejando ver su pene completamente erecto y también quitándose el saco y la camisa, sin darme cuenta ambos estábamos desnudos.

Quemaba sentir su piel sobre la mía, su temperatura era muy alta.

Pero me sentía bien, Estaba lleno de melancolía y algo de desesperación.

A pesar de todo era la primera vez en mi vida donde había vivido en un lugar agradable.

Cuando por fin metió su miembro solté un pequeño gemido con una mezcla de dolor y placer.

Aspire su aroma, a pesar de todo holia bien, no sabía describirlo pero me recordaba al otoño.

Yo, en lo más profundo de mi corazón no quería alejarme.